Versos lanzados al mar en este último domingo de enero

hex0Hace muchas noches, demasiadas, que no consigo conciliar el sueño. He dado vueltas y más vueltas intentado averiguar la razón de mi insomnio, y al final, creo haberlo encontrado. Por un lado me alegra haberlo descubierto, pues ha terminado mi búsqueda. Por otro, sé que nunca me curaré de este mal que me acompaña desde hace tiempo.

Cuando cierro mis ojos veo las imágenes de cientos de familias, con sus pequeños, pidiendo ayuda desde ‘barcas de juguete’ que utilizan para huir de la muerte, y cómo muchos de ellos desaparecen de la superficie de las aguas topándose de frente con ella. Mafias y gentes sin escrúpulos les engañan, mientras gobiernos poderosos miran para otro lado. Siento cómo se me anuda la voz, y se me turba la miraba.

No quiero que sean los olvidados. No quiero dejar de mirarme al espejo para avergonzarme de las decisiones que adoptan nuestros mandatarios. Yo no les elegí para esto, Yo no les contraté para esto. La solidaridad deja de ser tal cuando se le pone un precio. No dejaré de prestar mis palabras contra toda esta indecencia que nos abraza.

Si te apetece puedes escuchar estos versos:

.

Todo sigue su ritmo

y el mundo continúa girando

cuasi

inalterable

las estrellas

desde su calculada distancia

parecen contemplarnos

titilantes las noches sin luna

invisibles

cuando despierta la mañana

y sin embargo

todo ha cambiado

todo cambia a cada instante

aun sin nosotros saberlo.

 

Cuán cómodo es vivir

de espaldas al espejo

para así no contemplar

el indecente reflejo

de lo que hemos creado

por acciones u omisiones

y sin embargo

jamás dejará de mostrarse

para nuestra vergüenza

aun sin nosotros quererlo.

 

Cuántas historias inacabadas

cuántos sueños rotos

vamos a permitir que mueran

parapetados tras la cobardía

que nuestra cómoda situación procura

cuán fácil se contempla la vida

desde frías mesas

en cálidos salones

inundados

de risas

y de hipocresía

y de mentiras

y de falsedades

y de acordados desacuerdos.

 

No importan

viejos o nuevos continentes

no importan

viejas o nuevas políticas

mientras no nos atrevamos

a mirarnos al espejo

frente a frente

apartando

la indecencia y el egoísmo

que nos abraza

nadie elige dónde nace

nadie elige dónde muere.

 

Ya nunca habrá playas vacías

ni las olas batirán en silencio

en las lejanas y cercanas costas

de este Mar Nuestro

que acoge miles de historias

que guarda miles de sueños

que jamás serán alcanzados.

 

Aquella lejana estrella

que hace un instante observaba

silente

la sinrazón de la razón humana

quizá ya no exista

y sin embargo

seguiremos observándola

por miles de años

todo ha cambiado

aun sin nosotros saberlo

aun sin nosotros quererlo.

.

:(

.

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