Hace unos días pensaba en lo afortunado que soy, pues sin haberme perdido –creo– ha sido mucha la gente que me ha encontrado en este caminar que es la vida. O quizá haya sido yo el que sin buscar –creo– haya encontrado a tanta gente cuya compañía, pensamiento o recuerdo me reconforta cuando les dedico ese tiempo. Cuántos caminos. Cuántas vidas. Cuántos sueños. Cuántos encuentros.
Pensando en ello me daba cuenta de los muchos lugares en los que jamás –creo– nos hubiéramos podido encontrar; o quizá no me hubiera gustado que nos encontrásemos. Por ende, habría muchos lugares –creo– en los que nos hubiéramos podido encontrar; o quizá me hubiera gustado que nos encontrásemos. Así de caprichosa puede ser la vida; o así de caprichoso el deseo humano.
De estas reflexiones y pensamientos que asaltan mi cabeza surgen hoy estos versos que ahora comparto contigo. No sé si servirán de guía, por si alguna vez me pierdo y sepas dónde encontrarme, si fuera tu deseo; o simplemente por si me pierdo yo, poder mostrarme el camino donde pudiera reencontrarme, si ese fuera mi deseo. En cualquier caso, a ti que ahora lees estas palabras, gracias por encontrarme, aun sin haberme perdido –creo–.
Si te apetece puedes escuchar estos versos
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No me busques
pues aún no me he perdido
y será fácil nuestro encuentro
si de producirse fuera.
Empero
si algún día sin quererlo
me perdiera
no me busques nunca en el enfado
ni en la tristeza
no me busques nunca en el odio
ni en el olvido
no me busques nunca en la guerra
ni en la mentira.
Si alguna vez sin quererlo
me perdiera
búscame en la mirada enamorada
del que sueña
búscame en el sencillo pliegue
de una esperanza
búscame junto a la blanca nube
que aparece tras la tormenta
búscame en la sonrisa alegre y sincera
de la infancia
búscame junto al color morado
del arcoíris
búscame en el vértice ondulado
de un corazón pintado
búscame en el pequeño espacio habitable
entre la ‘a’ y la ‘m’
cuando escribo la palabra ‘amor’
entre la ‘a’ y la ‘m’
cuando escribo la palabra ‘amistad’.
Si alguna vez sin quererlo
me perdiera
búscame entre las amapolas
en las tardes de primavera
búscame en la gota de rocío
que jovial saluda la mañana
búscame en la suave fragancia
de un rosal lunero
búscame junto al viejo tejo
que guarda paciente el bosque
búscame junto a la ola del mar
que brava llega hasta la playa
búscame junto al viento
que anuncia la llegada del otoño.
Si alguna vez sin quererlo
me perdiera
búscame en el silencio íntimo
del latido de tu corazón
búscame en los sueños de tus sueños
cuando aún no te hayas dormido
búscame en el recuerdo de unos versos
que aún quizá no haya escrito
búscame en una noche sin estrellas
cuando la luna haya salido a pasear
búscame en el azul del cielo
y alarga tu mano
hasta tocar con la punta de tus dedos
el eco de este recuerdo
si alguna vez sin quererlo
me perdiera.
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😉
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