Unos versos para gritar ‘Ni una muerte más’, en este domingo de otoño

hex0¿Cuándo pararán estas muertes? ¿Hasta cuándo los asesinatos de inocentes? ¿Por qué no son los asesino los vigilados en lugar de las víctimas? ¿Por qué tienen que abandonar su vida, familia, trabajo y amigos los inocentes mientras campan a sus anchas los verdugos? Verdugos que ejecutan penas de muerte impunemente. Sale muy barato asesinar a una mujer; matar a un inocente.

Me avergüenzo como hombre de pertenecer al mismo género que los asesinos y cobardes; o al de aquellos que los disculpan e incluso les jalean. Una mujer no es un objeto. Ningún ser humano es propiedad de otro; sea hombre o mujer; mujer u hombre. Eduquemos desde la casa, desde la guardería, desde el colegio, desde el trabajo. Tod@s podemos hacer ‘algo’ por insignificante que parezca para acabar con esto. Ni una muerte más.

No nos cansemos NUNCA de denunciar la violencia. No dejemos solas a las mujeres NUNCA, que se sientan comprendidas y acompañadas. Exijamos a los gobernantes que acaben de una vez por todas con esta lacra. No a la educación que segrega; no a la diferencia de salarios entre mujeres y hombres por los mismos trabajos. Ya está bien. Mi solidaridad y comprensión para todas vosotras, SIEMPRE. En estos versos he ‘tomado prestado’ el título de la novela: «Otoño desde mi ventana» (escelente lectura, por cierto), de mi Amiga Clara Fuertes.

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Si te apetece puedes escuchar estos versos

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Nace el amor del encuentro

y todo se torna primavera

cuando ella le conoce a él

cuando él la conoce a ella

y ambos sueñan con futuros

dejando atrás presentes y pasados.

 

Los árboles no pierden sus hojas

praderas alfombradas de verdes tonalidades

cubren montañas, laderas y valles

salpicadas con pinceladas multicolores

de fragancias que inundan sus días.

 

El sol se pasea radiante

saludando sus mañanas

las tardes acompañan paseos

llenos de nuevas promesas

mientras silenciosa la luna

es testigo de sus miradas

y de sus caricias.

 

No hay nubes en su cielo

las noches sustituyen a los días

y los meses relevan a las semanas

parece marchitarse la primavera.

 

Él no es el mismo que antes era

piensa ella

o quizá siempre ha sido él

y nunca quisiste verlo

acertó a silbarle el viento.

 

Negras nubes cubren su cielo de primavera

y las preguntas y los celos

y el acoso y la desconfianza

y las voces que sustituyen a las palabras

y los empujones que sustituyen a las voces

y los golpes que sustituyen a los empujones…

ya basta

gritan mil voces al viento

y todo se torna gris.

 

Es preferible mirar el otoño desde tu ventana

que vivir una falsa primavera

susurra la vieja Luna llena

la libertad es tuya

y solo tú decides qué hacer con ella

no calles tu dolor

no silencies tu sufrimiento

grítalo tan alto que ni el sol

alcance a calentar su eco

no más voces

no más golpes

no más muertes.

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:(

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