No sé si os ha pasado algunas veces el preguntaros sobre ‘el tiempo’. Y no me refiero al ‘atmosférico’. Hablo del tiempo y su tiranía. Qué mide. Quién determina cómo y cuándo. Por qué lo determina de esta forma y manera y no de otra. Dicen que es para ayudarnos; para organizarnos; para gestionar; para determinar; para medir… Si os dais cuenta, ahora, escuchamos a mucha gente decir que quieren ‘comprar tiempo’. ¿También se comercia con ello? ¿Quién vende? ¿Quién compra? ¿Quién gana en la transacción?
En este último día de 2017 (según nos dicen), y a las puertas de ‘abrazar’ el primer día de 2018 (según nos cuentan), he vuelto a cuestionarme sobre ‘el tiempo’. Ese que todo lo mide porque ‘alguien’ determinó que así lo hiciera, y creó máquinas e instrumentos para ello. Y todo lo que crea el hombre es susceptible de ser manipulado y controlado por otros hombres (o mujeres), con intereses no siempre limpios o claros. No somos seres perfectos, y en eso, no creo que tengamos dudas.
Por ser el momento que es; por ser el mes que es; y por ser el día que es; quiero compartir estos versos con aquellas y aquellos destinatarios a los que pueda alcanzar. Yo ya los escribí. No importa el instante; ya pasó. Solo importa en si estos versos, en algún momento (siempre a futuro; siempre a ‘destiempo’), llegarán a tu mirada. El resto, es irrelevante. Feliz ¿2018?
.
Si te apetece puedes escuchar estos versos
.
No se marchitan los años
ni los meses ni las semanas
ni los días
ni las horas ni los minutos
ni tan siquiera los segundos
pues aquellos que los crearon
no les otorgaron el ‘don de la vida’.
Y si así fuera
¿qué medimos?
¿Qué contamos?
¿Quién determina el principio y el fin
de aquello
que ni tiene fin ni tiene principio?
Se inventan relojes
cada vez más exactos
cada vez más precisos
cada vez más sofisticados
que midan el tiempo
para decirnos
cuándo debemos levantarnos
o acostarnos
cuándo debemos comer
o descomer
cuándo debemos entrar al trabajo
o presentarnos en la cola del paro
cuándo debemos quedar para vernos
o para despedirnos
cuándo debemos reír
o cuándo debemos llorar…
elaborados calendarios
con imágenes sugerentes
o fotografías solidarias
para contar días, semanas, meses…
¿Quién puede realmente medir el tiempo?
Yo solo sé lo que hago en este instante
y solo recuerdo lo que ya hice.
¿Quién sabe lo que está por llegar?
Leo el principio de estos versos
que ya dibujé antaño
y ahora te estoy escribiendo a ti
sin saber cuándo leerás lo escrito
es más
ignorando si llegarás a hacerlo
pues estos versos ya fueron escritos
no importa cuándo
ese es un dato irrelevante
pues solo tendrán sentido
en el instante en el que tú los leas.
Vivir a destiempo
es vivir
vivir a tiempo
es condenarse.
.
.