Las nubes siempre me han parecido mágicas, maravillosas, inalcanzables. Sin embargo, recuerdo la primera vez que volé en avión tuve el privilegio de verlas de cerca, muy de cerca y sobrevolarlas. Descubrí entonces que me había quedado corto en mi apreciación. No en el hecho de ‘inalcanzables’, por una razón obvia, pero sí en lo maravillosamente mágicas que eran, o en lo mágicamente maravillosas que pueden llegar a ser, si entendemos su lenguaje.
Quién no se ha tumbado sobre la tierra y ha mirado el pasar de las nubes, y ha visto…; sí, visto, sus formas mágicas. Su capacidad para cambiar y mostrarnos una nueva imagen tras un instante. Quién no ha jugado a adivinar qué figura se estaba formando. Quién no ha jugado a ‘enviar mensajes’ con las nubes a un amigo o amiga que se encontraba a decenas de kilómetros de distancia; o cientos; o miles…; o que ya había partido. Quién no ha soñado con saltar sobre ellas, mecerse en su calidez, o tan solo tumbarse a dormir.
Pensando en ello y en esas nubes que esta mañana han venido a visitarme, asomándose a mi ventana, he querido compartir estos versos, en los que ellas habitan, sin importarles el color que tiene la que llega hasta su lado; ni su forma; ni su tamaño; ni si son nubes altas o nubes bajas; si son cirros o estratos; si son cúmulos o una ‘simple’ nube…; qué más da. Simplemente se juntan, se mezclan…, y nos muestran un maravilloso espectáculo.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Nubes altas
nubes bajas
vigilantes silenciosas de los sueños
que fueron
y de aquellos que están por llegar
blancas, grises, negras, rojas,
rosas, amarillas o azules
confundiéndose con la nada.
Multiformas amorfas
ocultas a la mirada
de los invidentes de la ilusión
jamás ven
porque nunca miran
con los sencillos ojos de la inocencia.
Quizá nunca fueron niños
quizá dejaron de serlo.
Troquelado inocente de la infancia
son tus creaciones
transformando leones en ballenas
ballenas en castillos
castillos en sendas
sendas en mares
mares en montañas
montañas en olas
olas en desiertos
desiertos en rostros
rostros en lágrimas
lágrimas en…
lluvia
lluvia que invita al arcoíris
al carnaval de la vida.
Nubes mecidas por un viento
que conforma sus formas
con independencia del color elegido
y de sus luces
y de sus sombras
viento al fin y al cabo
que solo atiende tus deseos.
Yo te veo nube
yo te amo
yo te sueño.
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😉
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