Despierto con un poema en los labios en este domingo de abril

hex0Yo creo que en el amor, al igual que en la vida, los pequeños detalles son los que hacen grande nuestra existencia. Incluso la rutina diaria, siempre y cuando no permitamos que nos ‘atrape y nos condene’ tiene una belleza indiscutible. Solo hay que saber mirar para poder encontrar aquello que, aun sin haberse perdido, aun sin haber salido a buscar por nuestra parte, es encontrado. Nada hay más sencillo que una mirada, ni más hermoso que ser correspondida. Buscamos sin encontrar. Encontramos sin buscar.

Me confieso enamorado de la vida. De mi mujer. De mis hijas. De mi familia. De mis amigos y amigas. De los sueños. De la sencillez. De la naturaleza… Una vez confesada ‘mi culpa’, de la cual no me arrepiento, pues prometo ser reincidente, he repasado mis amaneceres diarios a su lado, cuando aún no ha sonado el despertador que marca el inicio de ‘nuestra rutina diaria’ y mis ojos la observan, en silencio; sin que ella lo sepa (o eso creo).

De esta reflexión brotan unos versos que ahora comparto con aquel o aquella que se ‘confiese’ enamorado o enamorada de la vida o de los sueños; de lo posible o de lo imposible; de lo pasado o de lo que está por llegar, ya que el presente es efímero. Quizá estos versos sean encontrados por alguien que salió ‘a buscarlos’, aun sin saberlo. Quizá estos versos sean encontrados, sencillamente, por alguien que nada había perdido, o eso creyó.

.

Si te apetece puedes escuchar estos versos

.

Me gusta la sencillez

de aquello que mis ojos

me regalan

cuando siento despuntar el día.

 

No tengo prisa

dejo que la oscuridad de mi habitación

me invite a mirar

todo aquello que despidió mi noche

y vuelva a aparecer lentamente

aun sin haber desaparecido.

 

Dejo que mi cuerpo se gire

hasta encontrarte

justo hasta el preciso instante

en el que mis ojos descubren

que permaneces a mi lado.

 

Duermes

escucho tu respirar pausado

y en el silencio del amanecer

siento el latido

de este corazón enamorado.

 

Te miro sin que me mires

y veo los pequeños detalles

que cada día descubro

algunos

aun siendo previsibles

aun siendo diaria rutina

no dejan de atraparme

permitiéndome amarte…

y te amo.

 

Te amo

cuando ríes y cuando hablas

cuando tus ojos me miran

o cuando apartas la mirada

te amo

porque respiramos el mismo aire

porque tus labios me besan

cuando los míos se acercan

te amo

por todo aquello que eres

y por lo que llegarás a ser

al cumplir de tus sueños

tan solo observo hasta ser invitado

cual fiel compañero.

 

Te has movido

ya despiertas

tus ojos han encontrado los míos

que te han sonreído

tus labios me han besado

amanecemos

al igual que amanece el día.

.

😉

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *