Cuando permites que tus ojos se entornen, y miren la verdad de lo que realmente hay en ti, el descubrimiento puede ser indescriptible. Nada hay más valioso y más poderoso que el conocimiento de uno mismo. Muchas veces, la poesía, en cualquiera de sus formas y de sus ritmos lo pretende. Sin embargo, nadie dijo que fuera fácil recordar ‘cómo se mira’ y con ello poder descubrirnos de nuevo. Eso pretendo cada día. En ello me empeño cuando el amanecer me alcanza brindándome nuevas oportunidades.
Muchas veces (la mayoría, en mi opinión), el ‘ruido de fondo’ que procuran las ‘noticias negativas’ que cada día nos bombardean por todos los lados, hacen que, de verdad, perdamos el rumbo. Nos distraigamos de lo importante, confundiéndonos con intereses dirigidos que solo interesan a los que manipulan, sabedores de su manipulación. No se lo permitamos. Seamos libres. Pensemos. Decidamos. Equivoquémonos. Rectifiquemos. Caigámonos. Levantémonos y caminemos, de nuevo, tantas veces como sea necesario.
Quiero aprender cada día, porque sé que es nuevo, único e irrepetible. Quiero mirar a los ojos a la vida que se cruza en mi camino, pues sé que no volverá a cruzarse. Quiero saborear cada instante como el néctar de vida que recibo… Quiero compartir estos versos contigo, ahora, que acabas de acercarte en este irrepetible instante en el que hemos conectado, y darte las gracias por tu mirada.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Aprendiendo a mirar con otros ojos
la vida
cuando me despierta cada mañana
dejando que todo mi cuerpo reciba
cada regalo
que solo un nuevo día me brinda
y propone.
Comparto mi paz y sosiego
con el recuerdo de otros versos
que evocaron maestros de la palabra
aprendices de lo desconocido
sabedores de lo efímero de un presente
que todo es ante la nada.
Escucho sonidos
que aunque latieron siempre a mi lado
y conducen mis pasos
jamás llegué a percibir
a sentir
a comprender
eco inconfundible de mi confusión
de las verdades que nos guían
y que ignorantes ignoramos.
Bienvenidas sean de nuevo
las primaveras
que de colores y fragancias
me abrazan
bienvenidos sean de nuevo
los otoños
que de sonidos y dorados
me colman
bienvenidos sean de nuevo
los veranos
que de risas y juegos
me acompañan
bienvenidos sean de nuevo
los inviernos
que de fríos y letargos
me abrigan.
Bienvenida sea la vida
por compartirme
por compartirnos.
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😉
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