La poesía está en todos los lugares. La poesía habla de todo. La poesía no tiene límites; si los tuviera, creo que dejaría de ser poesía. En esta ocasión mi entrada, mis versos hablan de deseo, de caricias, de cuerpos desnudos que se buscan…, y se encuentran. En nuestra literatura hay numerosos ejemplos de ello. El cuerpo ‘me pedía’ escribir unos versos sobre un encuentro, o tal vez un reencuentro entre un hombre y una mujer, y he dejado que mis manos copiaran lo que mi corazón sentía.
Como resultado de esa reflexión, vayan estos versos que ahora comparto. Creo que el otoño y la bajada de la temperatura, por estos lares, han alimentado de alguna manera este encuentro. El deseo entre dos personas es algo natural, con independencia del sexo de cada uno de ellos, y a veces lo tratamos con cierto tabú, procurando ocultarlo o lo que es peor, no hablando de ello. Si no se habla de ello, no existe, para bien o para mal. No es cierto; existirá.
Dicho esto, quiero compartir estos versos como aportación a la libertad de hablar de todo con total naturalidad. Con respeto. Siempre con respeto hacia aquel o aquella que opine o piense de forma diferente. Espero que os gusten estos versos y disfrutéis de su lectura. Buen domingo para tod@s.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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Quiero sentir
la conversación de tus labios
junto a los míos
en el silencio de sus besos
gustar del dulce sabor
que embriaga el deseo
mientras mi lengua se abre paso sin resistencia
hasta encontrarse con tu lengua.
Quiero sentir
mis dedos enredados en tu pelo
dejar que mis manos
descubran la desnudez de tus hombros
y acariciar la piel de tu espalda
inspirar y exhalar la fragancia
de tu cuerpo desnudo junto al mío
dos cuerpos que se conocen y se reconocen
bajo una noche preñada de estrellas.
Quiero sentir
la caricia de mis manos
al alcanzar tus pechos turgentes
jugando con sus sinuosos contornos
como si los descubriera por primera vez
avanzadilla silenciosa de unos labios
y de una boca que palpitan por alcanzarlos.
Quiero sentir
la caricia de tus manos sobre mi cuerpo
hasta alcanzar mi cintura
mi vientre
mis muslos
mis nalgas apretándolas contra si
mientras siento cómo se eriza
cada centímetro de mi piel
y la sangre fluye por todas mis venas
alimentando mis sueños.
Entorno mis ojos
y siento mis labios alcanzando tu cintura
besar tu vientre
recorrer tus muslos
alcanzar tu pubis
que invita con sus movimientos a continuar camino
mientras tus manos sujetan mi cabeza
jugando con mi pelo
tu respiración acelerada excita el deseo
melodía de jadeos y frases inconexas
comprensibles a todos los idiomas
y mis labios por fin te alcanzan
dejando que mi lengua descubra
el néctar que tanto ansiaba.
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😉
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