Quizá no seamos conscientes de que algo tan sencillo y básico como es ‘respirar’, sea esencial e imprescindible para que un ser humano siga viviendo, soñando, amando, riendo, llorando, hablando, pensando… En realidad cualquier ser vivo necesita respirar para poder vivir, pero en este caso quiero señalar a los que se les (nos) puede ‘considerar seres humanos’. Creo que de un tiempo a esta parte vivimos de forma acelerada. Vivimos en una época en la que se da un valor innecesario e inmerecido a la inmediatez. ¿Qué fue de la paciencia y el reposo?
Sin embargo, si conseguimos entender que si nos detuviéramos un momento, un instante. Un solo instante sin importarnos lo que nos rodea. Escucháramos el silencio que rompe el ruido de fondo que nos invade. Entornáramos los ojos hasta sentir la compañía de la oscuridad buscada y abriésemos nuestros pulmones hasta llenarlos de vida, una vez tras otra. Despacio. Pausadamente. Con paciencia. Inspira. Espira. Inspira. Espira. Ahora tú, una vez más… Así. Nuestro mundo, seguro, sería otro.
Es por ello que quiero haceros una invitación. Es muy sencillo. Es más, no es necesario que creáis lo que os estoy diciendo. Ni tan siquiera pretendo que estéis de acuerdo. Solo probadlo. Pero hacedlo de verdad (si os apetece). No tenéis nada que perder y, tal vez, mucho o algo que ganar. Bueno en realidad invertiréis algo de tiempo, que nunca será tiempo perdido. Dependerá de cada cual el resultado que alcance. No hay límites. Me siento libre como una cometa multicolor que rompió el hilo y vuela libre sobre el horizonte.
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Si te apetece puedes escuhar el poema
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Respira
como lo hacen las nubes
que caminan el cielo
sin importarles el color
que les acompaña
aun sin haber anochecido la luna
aun sin haber amanecido el sol.
Déjate sentir el latido de tu corazón
como lo hace la tierra
cuando los arroyos de montaña
la recorren serpenteando sueños
mientras caminan en busca de su mar
entre acompasados sístoles y diástoles
que musican montañas y valles
con el eco de sus risas y juegos.
Respira
llenándote de vida
dejando tu cuerpo danzar
como danzan los girasoles
cuando regresa de nuevo el verano
y su sombra transita caminos ya recorridos
en busca de la mágica luz
que les muestra hacia dónde mirar.
Déjate llevar por los vientos
sin miedo a rumbos ni horizontes
gira y vuelve a girar
sube y baja
baja y vuelve a subir
como las cometas multicolores
que recortan el azul celeste
buscando su libertad
soñando con descubrir esa altura
que no alcanzan las miradas
de esos ojos que curiosos las vigilan.
Respira
con los ojos entornados
respira
con los ojos de par en par
respira
profundo hasta sentir que eres
el verdadero dueño de tu mundo.
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