Noveno domingo de confinamiento #YoMeQuedoEnCasa

logoNací el 9 de mayo de 1960, un día especial para mi del pasado siglo, por lo tanto, ayer sábado cumplí sesenta años. Cuánto tiempo vivido. Y no lo digo porque considere que sean muchos o pocos, sencillamente son los que son, pero si vuelvo atrás mi mirada me doy cuenta de todo lo afortunado; de todo lo privilegiado que he sido (y estoy siendo), durante mi paso por este lugar al que llamamos Mundo. Sé que me he equivocado muchas veces; también sé que muchas otras he acertado, pero siempre mi agradecimiento a la vida.

Soy feliz con el amor de mi familia. Soy feliz con el amor de mis amigos. No le pido nada más a la vida, me considero afortunado. El sentirse querido o amado es algo que es difícil de describir, solo podrás saberlo si puedes sentirlo. Ayer cuando me levanté y vi un nuevo amanecer recordé el día y el lugar en el que todo empezó. Un pequeño pueblo leonés llamado Puente Almuhey, en el que por aquel entonces llegaba la compañía de mi abuelo a presentar su repertorio, como lo llevaban haciendo durante muchos años.

Durante nuestro deambular por el mundo, son muchas las ocasiones en las que tenemos que decidir, y el resultado de  nuestra decisiones nos llevará hasta el lugar en el que nos encontremos en cada momento, por lo tanto, creo que es muy importante, pararnos un instante, pensar y decidir; en silencio, sin ruidos de fondo. Serán muchos los caminos de otras vidas que se crucen con la nuestra; de ellos aprenderemos. Siempre aprendiendo. Siempre conociendo. Siempre caminando. Seguiré caminando, aprendiendo y conociéndome, hasta que la vida quiera. Gracias.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

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Cuánto camino recorrido

y cuántos sueños alcanzados

si vuelvo mi vista a atrás

aún veo en el postrer horizonte

aquel lejano comienzo

un laberinto trenzado entre luces y sombras

lo acercan hasta mí.

 

Decidir siempre

no importa si acerté entonces

o si erré en otro momento

he llegado hasta donde ahora me encuentro

con mis errores y mis aciertos

con mis tropiezos

y gracias a las veces que conseguí levantarme

nadie nos dijo que fuera fácil

pero no tengo duda de que ha merecido la pena.

 

Seguiré caminando el tiempo

que la vida me permita

y llegada frente a mí

la siguiente encrucijada de caminos

donde deberé decidir qué senda tomar

no dudaré un instante en hacerlo

pues sé qué es lo que debo hacer

sin detenerme ante las adversidades

que por entonces pudiera encontrar.

 

Gracias a la vida por sus regalos

por tantas y tantas oportunidades brindadas

por sonreírme y mostrarme la tristeza

por las bienvenidas y por los adioses

gracias a la vida por mostrarse como es

a veces generosa a veces cruel

a veces llena de luces que iluminan

a veces llena de sombras que espantan

todo y nada está en la vida

solo de nosotros depende saber encontrarlo.

 

Hoy me he despertado

con sesenta años cumplidos

y siento en cada poro de mi piel

el amor de mi familia

el amor de mis amigos

el amor que la vida me ha enseñado

siempre

a veces lo supe ver

otras en cambio no entendí el momento,

ni el instante, ni la ocasión,

hoy con el tiempo transcurrido

entiendo y comprendo

y aunque no me resigno acepto.

 

Aceptar es empezar a entender

de qué va la vida

que cada uno decide vivir.

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:)

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