Para este verano, presto a partir, unos versos palpitados

logoParece que el otoño tiene cierta prisa por despedir el verano y quedarse una temporada sobre nosotros; o a nuestro lado; o entre nosotros. Son muchas las letras de canciones creadas para despedir los veranos. Esa época en la que nuestras prisas, son otras; nuestras necesidades, son otras; nuestros sueños están prestos a cumplirse, o quedar varados en alguna playa… Pues esa época cíclica que, regresa una vez tras otra, está presta a abandonarnos. No para siempre, pero sí durante un tiempo.

Todo aquello que comienza, antes o después, tiene un final. Pero estos finales no tienen porqué llegar acompañados de melancolías o tristezas. Es un tiempo vivido del que debemos guardar aquellos instantes en los que la felicidad caminó a nuestro lado, dejando totalmente arrinconados y, a ser posible, verter en el cajón de los olvidos, aquellos que turbaron nuestros días.

Dejo que mi corazón palpite, acompasado, en cualquiera de las estaciones que cada año regresan. Observo cómo la Naturaleza adorna cada una de ellas con su caprichosa decoración y fragancias. Disfruto de la fina lluvia; de los amaneceres; del viento que mece las ramas de los árboles; de los anocheceres sin estrellas; del rumor de las olas; del canto de los pájaros; de la mirada que me regala la mujer que amo; del silencio… Disfruto del silencio, cuando entornando mis ojos, consigo escucharlo.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

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Hay otoños que adormecen veranos

con el hipnótico danzar

de las hojas caducas al caer

suaves

alfombrando lugares olvidados

y transitados caminos.

 

Hay nubes viajeras que ocultan luces

y nos devuelven sombras

de recuerdos que melancólicos

regresan

alfombrando caminos transitados

y olvidados lugares.

 

Qué sería de los corazones solitarios

sin esos otoños

que preñan de sueños su horizonte.

Qué sería de los corazones enamorados

sin esos otoños

que preñan de esperanzas su horizonte lejano.

 

Palpita el mío

en la enamorada soledad

que habita en ese acurrucado rinconcito

en el que tan solo hay espacio

para el pasar de los días

y el cumplir de los anhelos.

 

Hay otoños que adormecen veranos

y nubes viajeras que ocultan luces,

mientras me hago fina lluvia

para descender sobre lugares olvidados

para derramarme sobre caminos transitados.

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😉

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