Que el paso del tiempo es inexorable, es una obviedad, al menos para un inexperto como yo, pues si lo quisiéramos llevar a la física cuántica, es posible que, esta afirmación obvia, haga agua por todas partes, pero en absoluto es esa mi intención, ya que como digo, me confieso un ignorante en este asunto. Hago referencia a ese pasar de los meses y los años que vamos acumulando hasta el final de nuestro camino, hasta alcanzar ese horizonte que, en mi caso, cada vez observo más cerca.
No pretendo que lo dicho sea, o pueda parecer, un lamento o una fatalidad, es una realidad de la que ninguno puede escapar. Desde el mismo instante en el que nacemos y emprendemos camino, todas y todos hacemos senda o seguimos huellas que otros hicieron antes que nosotros, acercándonos, sí o sí, hasta el instante final. Hay que ser realista, no engañarse y tenerlo claro. Muy claro.
Sin embargo, a pesar de todo eso, o además de todo ello, seguiré amando a la mujer que amo; estaré acompañado y seré acompañante de la mujer con la que quiero envejecer. Poder decirle, cada amanecer, todo lo que la amo y lo afortunado que soy de despertar, una mañana más, a su lado. Sentir sus labios sobre mi piel; mirar su mirada cuando me mira; respirar el mismo aire; compartir nuestros sueños. La felicidad es ese instante efímero que nos procura la vida. Aprovechémoslos, como si no hubiera otro; como si fuera el último.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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Quisiera envejecer contigo
disfrutando del paso de los años,
despertando, día a día, a tu lado
para seguir viviendo mi sueño
para seguir soñando mi vida.
Me gusta caminar tu camino
mientras tú caminas el mío,
entrelazar los dedos de mis manos
con los tuyos
y sentir ese suave tacto
que tantas caricias me ha regalado.
Mirar el mirar de tus ojos
cuando enamorados me siguen mirando
y susurrarte, suave, entre silencios
todo lo que te he amado,
todo lo que te amo
y todo lo que seguiré amándote.
Eres el palpitar sereno
que hace que mi corazón
enamorado siga latiendo
con la intensidad que le hace
alcanzar lo inalcanzable.
Amo más la vida
porque te siento a mi lado
cuando acechan nubes de tormenta.
Amo más la vida
porque a mi lado te siento
cuando las nubes abandonan
el azul del cielo haciendo brillar intenso
ese sol que acompaña nuestros caminos.
Quisiera envejecer contigo
para poder decirte en cada amanecer
cuánto te amo.
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