Ayer sábado tuve el privilegio de presentar, en el Centro Lista, el libro titulado: «No me llames valiente y tráeme croquetas», en el que nueve mujeres cuentan su experiencia con el cáncer, desde una perspectiva personal e íntima. El libro tiene como bajo título: «Los lunes al zoom», porque era el día que se juntaban, en esa plataforma, para acompañarse, contarse, compartir, reír, llorar, hacer planes, soñar juntas… Y donde surgió el escribir este libro, con la intención de ayudar a cientos o miles o millones de mujeres que padecen o han padecido cáncer y decirlas: ‘No estás sola’. Pasamos una tarde maravillosa, en la que nos acompañaron muchas amigas y amigos interesados en conocer el libro y a sus protagonistas y, como no podía ser de otro modo, al final compartimos unos vasos de vino y unas buenas raciones de croquetas variadas.
Todos los beneficios obtenidos de la venta del libro van destinados a la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico. De las nueve autoras del libro solo pudieron estar en la presentación cinco de ellas, pero sentimos la compañía de las otras cuatro protagonistas, no solo porque se hiciera referencia ellas, como no podía ser de otro modo, sino porque al final de la presentación se proyectó un vídeo, lleno de vida, en el que pudimos conocer a estas nueve mujeres. Agradezco a la vida que haya permitido que sus caminos se cruzaran con el mío. He querido escribirles unos versos a ellas, y a los cientos, tal vez miles y quizá millones de mujeres que padecen o han padecido cáncer. Gracias por mostraros y visibilizar, con vuestro ejemplo, esta enfermedad. Siempre a vuestro lado.
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
Ellas son nueve mujeres,
mujeres sencillas y anónimas
a las que un día la vida
quiso ponerlas a prueba,
sin ningún tipo de aviso
y sin contemplación alguna.
Permitidme que las nombre,
permitidme que escriba
azul sobre blanco tan solo su nombre,
no es necesario más,
pues sé que no he de olvidarlas,
sé que no quiero olvidarlas:
Ana, Margarita, Amelia,
Patricia, Pilar, Irene,
Virginia, Regina y Elena.
Nueve nombres de nueve mujeres
con sus rostros y con sus vidas,
pero os aseguro que podría escribir
decenas
centenares
millares
millones
de nombres de mujeres,
con sus vidas y sus rostros
que padecen o han padecido cáncer.
Un cáncer que no es de color de rosa
nunca fue de color de rosa
y nunca será de color rosa,
el cáncer es negro
y es gris
y es oscuro
tremendamente oscuro.
No son valientes
“tráeme croquetas o una tortilla o un puré”;
no son heroínas
“llévame los niños al colegio, hoy no puedo levantarme”;
no son superwoman
“acompaña a mi cuidador y tomaros un café”.
Mujeres que tiene todo el derecho
para enfadarse
para llorar
para desesperarse
para reír
para revelarse
para soñar
para amarse
para gritar
para rechazarse
para abrazar el silencio, su silencio.
Mujeres que tienen miedo
miedo a la vida y miedo a la muerte;
miedo a la soledad y miedo a la incomprensión;
mujeres que tiene todas las preguntas
y ninguna respuesta.
Ellas son nueve mujeres
que nos cuentan sus historias
entre las páginas de un libro,
sus anhelos y sus dudas
sus sueños y sus frustraciones.
Ellas son nueve mujeres
que se ‘desnudan’ sin pudor
para mostrarse y compartir
vida y esperanza,
llantos y risas…,
y un sencillo plato de croquetas
.
.