Hay que tener cuidado cuando soñamos, y saber distinguir si soñamos mientras dormimos o mientras estamos despiertos. Algunas veces el mundo de los sueños y el de la realidad caminan tan juntos que pueden llegar a confundirse, o lo que es peor, trenzarse y no saber distinguir dónde nos encontramos. Para distinguir esa situación yo tengo un buen remedio: la poesía. Sí, la poesía. Con ella sé perfectamente dónde me encuentro, pues la poesía no se sueña, la poesía se vive, se respira, se saborea, se mira, se huele… La poesía acompaña nuestra vida, aun sin nosotros saberlo.
Es por ello, que te propongo que salgas a buscarla, y de esa manera sabrás por dónde caminas. Cuando llegamos a este lugar lo hacemos ligeros de equipaje y no somos conscientes de que traemos nada. Con el tiempo iremos atesorando recuerdos, que nos servirán para no olvidar de dónde venimos; con el tiempo iremos atesorando cosas materiales, que no podremos llevarnos cuando partamos. Llegamos con nada y con nada regresaremos. Creo que se nos olvida muchas veces y deberíamos recordarlo. Cada cual valorará lo que merece la pena alcanzar o atesorar. Yo no tengo dudas. Seguiré haciendo camino bajo anocheceres sin luna y sin estrellas; seguiré buscando poesía entre silencios y versos; seguiré adelante mientras sueño mi vida, mientras vivo mis sueños.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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No es que mis huellas
no tuvieran camino que pisar
o campos preñados de otoño
sobre los que caminar.
No es que la noche sin estrellas
no hubiera esperado esa luna sin par
para unir su luz y su color
con todo su creciente brillar.
No es que mi voz se viera perdida
entre unos versos sin acabar
que hablaban de una vida vivida
y de unos sueños por alcanzar.
Todo fue porque perdí tus huellas
y la senda por la que transitar;
nada fue porque la noche se hizo día
y me quedé dormido en lugar de despertar;
todo fue porque las palabras se hicieron silencio
dejando aquel poema sin acabar.
No es que lo perdiera todo
no es que tuviera nada,
pero entre tenerlo todo
o perder la nada
me quedé dormido
entre el todo y la nada,
me quedé despierto
entre la nada y el todo.
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