La vida está llena de poesía, miremos hacia donde miremos. Otra cosa muy diferente es, que aquello que alcanza nuestra mirada sea de nuestro agrado. Sí, en todo habita la poesía, pues la poesía sirve para recoger el palpitar de la vida, del mundo y de la muerte. Nos rodea todo lo bueno y lo malo; nos rodea todo lo bonito y lo feo; nos rodea todo lo agradable y desagradable. ¿Es así, quizá, por qué es necesario para que exista un equilibrio? A veces se nos puede antojar injusta la vida, y quizá lo sea, pero también es capaz de regalarnos belleza y armonía.
Llegadas estas fechas parece que aflora un espíritu que el resto del tiempo desaparece, se invisibiliza, se pierde o, sencillamente, se olvida. Las guerras continúan; la desigualdad persiste; las infamias se multiplican; la soledad se hace evidente… Permitidme que ría del Espíritu Navideño, que no veo por ninguna parte, salvo en los intereses comerciales. Sin embargo, soy de los afortunados que los pasa con su familia, por deseo de tod@s, encuentro que agradezco, pues añoro su compañía cuando no estamos juntos. Permitidme, por favor, que comparta estos versos, y ya otro día hablaremos de unas fechas tan señaladas.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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Podría hablarte del espíritu navideño
de las comidas familiares
de los reencuentros esperados
de la felicidad de los peques
por la llegada de Noel o Santa;
podría hablarte de las vacaciones escolares
de las vacaciones en los trabajos
de viajes programados que al fin llegaron
de lo bello de los paisajes nevados
o de la incomodidad de quienes los sufren;
podría hablarte de tantas y tantas cosas
que parecen brotarnos, por lo general,
en tan entrañables fechas
que la lista sería interminable.
Sin embargo,
he preferido compartir mi mirada,
entre verso y verso,
en este domingo de diciembre
mientras nuestro mundo sigue girando,
girando y girando
sin que sea necesario
que alguien siga dándole cuerda.
Pasará este domingo
al igual que pasaron otros
y amanecerá un nuevo lunes…,
en todo el mundo.
Sí, en todo el mundo
pero no para todos,
niñas, niños y mujeres no verán
un nuevo amanecer
por la intransigencia de las guerras;
hombres inocentes no verán
un nuevo amanecer
por la crueldad de los egoísmos;
mujeres y hombres que no verán
crecer a sus hijas e hijos;
hijos e hijas que no verán
envejecer a sus padres y madres,
mientras este mundo sigue girando,
girando y girando
sin que sea necesario
que alguien siga dándole cuerda.
Cenaré esta noche con mis hijos y hermanos
recordando a los que ya partieron
y siguen acompañando nuestro corazón;
recordando a los que la sinrazón humana
impedirá ver un nuevo amanecer;
recordando a los que la sinrazón humana
impedirá el reencuentro de hijos y padres;
recordando a los que la sinrazón humana
impedirá vivir en liberad.
Podría hablarte del espíritu navideño
pero será en otro día
será en otros versos.
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😉
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