Me gusta caminar despacio. Creo que ya lo he recogido en alguna que otra entrada. Pero, sobre todo, en estos últimos años soy más consciente de ello. Creo que fue después de la pandemia. Esa que asoló el mundo, no hace tanto tiempo. ¿Lo recuerdas? No ha sido un sueño (más bien una pesadilla). Ha sido una realidad que sesgó muchas vidas antes de terminar su camino. Ha sido un aviso que no sé si tod@s hemos sido conscientes de ello. En cualquier caso, cuando se hablaba de que “eso” nos iba a cambiar, yo debo reconocer que a mí se me ha cambiado. No juzgo a l@s demás. Ni debo ni quiero, ni este es el lugar. Al menos hoy.
Quizá deberíamos ser más conscientes de la fragilidad de nuestro tiempo. No me refiero al tiempo en general, me refiero al tiempo de cada un@ de nosotro@s. Ese que nos administramos nosotr@s mism@s, con permiso de los horarios marcados por razones laborales o profesionales. ¿Hace mucho tiempo que no miras a tu alrededor, siendo consciente de lo que miras? ¿Hace mucho tiempo que no te miras a los ojos, frente al espejo, para poder reconocerte? ¿Eres consciente del camino que recorres y de las huellas que dejas, o que no dejas?
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
Camino despacio, no tengo prisa,
sé que el horizonte espera mi llegada
con la paciencia del que aguarda
lo que antes o después allí debe arribar.
Aún me quedan huellas por esculpir
en las arenas finas de muchas playas;
aún me quedan amaneceres que despertar
en las mañanas de muchas primaveras;
aún me quedan conversaciones que disfrutar
de las muchas cosas que he de aprender.
No tengo prisa, camino despacio.
Sé que dejaré versos por escribir,
melodías sin escuchar
y libros por leer;
sé que dejaré palabras por decir
abrazos sin abrazar
y besos por compartir.
Pero también sé y bien que sé,
que he recibido
más besos de los que imaginé
más abrazos de los que creí
y más palabras de las que soñé;
que he recibido
más libros de los que pedí
más melodías de las que sentí
y más versos de los que viví.
Por eso,
por lo que no es eso
o por lo que eso es
camino despacio,
no tengo prisa
el horizonte esperará mi llegada.
.
😉
.