Estos versos para el último domingo de julio

hex0Hace unos días mi padre nos regaló unos versos de ‘nuestro romancero’, que trajo a mi memoria algunos recuerdos. Ya tiene 84 años y cuando nos recita algunos diálogos, algunos versos, algunas escenas, de muchas de las obras que han formado nuestro repertorio, siento cómo mi memoria vuela hacia lugares antes visitados. Él recuerda, y nosotros disfrutamos con ello, ante una memoria que poco a poco se despide.

He querido dibujar unos versos en los que un hijo se despide de su madre, para encontrar su razón y su existencia, como muchos hijos nos despedimos de nuestras madres en algún momento. Ellas siempre con el miedo en el cuerpo preguntándose qué será de ‘su niño’, mientras lo crían entre su brazos, después de haber compartido la vida. Se harán hombres (nos hicimos hombres), pero siempre pensamos en ellas, aunque hayan partido.

Por los recuerdos que se marchitan; por los hombres que antes fueron niños; por las madres que nos dieron la vida; por el viento que vino a buscarnos una noche mientras dormíamos; por los latidos del corazón; por el alma cosida a nuestra sombra que nos persigue, y a la que perseguimos sin alcanzarla; por cada una de nuestras caídas y las veces que después nos hemos levantado…; por todo ello, y por lo que no quedó escrito, estos versos.

.

Si te apetece puedes escuchar estos versos

.

Déjeme madre

que salga a la noche

y suba hasta los riscos

quiero hablarle al viento.

 

No temo madre

la soledad de los caminos

ni las voces del bosque

temo más el silencio de los hombres

y la mirada esquiva

del que oculta verdades

mientras pregona mentiras.

 

Déjeme madre

que las estrellas

perlarán el cielo

iluminando el camino

por el robledal

y las luciérnagas

acompañarán mi velada.

 

No temo madre

perderme en ese laberinto

hacia el que caminan mis pasos

temo más vivir sin rumbo

y no saber dónde nace mi alma

o en qué lugar palpita mi corazón.

 

Déjeme madre

prometo volver

sé que encontraré el camino

de regreso

una vez que las respuestas

queden guardadas en mi zurrón.

 

No temo mi niño

porque la noche te lleve

aguardaré tu vuelta

hasta que decida

regresarte el viento.

.

😉

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *