Saludo a septiembre con este poema regalándote una palabra

hex0Me encanta recibir regalos, pero me resulta más gratificante el poder hacerlos. Te puedo regalar un pensamiento. Posiblemente sea lo que más me gusta, regalar pensamientos. Parar el mundo a mí alrededor y pensar en ti, amigo o amiga y dedicarte ‘un instante’. Tan solo un instante en el que solo nos encontremos tú y yo. Para mí no es necesario hacer partícipe a mi amigo o amiga de ese ‘regalo’. Estoy seguro de que le llegará cuando lo necesite.

Creo que es ‘altamente positivo’ regalar tiempo a alguna persona que ‘te importe’. Por supuesto, puedes quedar con ella (depende de las distancias). Puedes hacer una llamada de teléfono. Puedes escribirle. Y no me refiero a un correo electrónico, y mucho menos un Whatsapp. Quiero decir una carta. Sí, una ‘de esas’ que se escribe en un papel en blanco de tu puño y letra, después se mete en un sobre, se le pone un sello y se echa en un buzón para que la recoja el cartero y se la haga llegar. ¿Te imaginas su sorpresa?

Este primer domingo de septiembre quiero regalarte, a ti que te asomas a este lugar de encuentro, una palabra. El poema ya es tuyo, dejó de pertenecerme en el momento que lo ‘lancé al viento’, pero la palabra…, la palabra deberías guardarla y hacer uso de ella. Es más, no solo hacer uso de ella, sino sentirla y compartir su significada. «Las palabras solo tienen el valor que le otorga aquel que las recibe y no el valor concedido por el que las ha pronunciado». © ChC.

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Si te apetece puedes escuchar estos versos

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Qué bello regalar palabras

y sentir cómo su eco

va más allá

de donde duermen los silencios

más allá

de donde los primeros poetas

loaron sus sentimientos

sus vidas

sus gestas

sus amores y desamores

la vida y la muerte

y sus sueños.

 

Palabra pensada

para poder pronunciarla

pausadamente

primero paz

probablemente

pudiera pasar pronto

poderosos países podrían

promulgarla.

 

Palabras que viajan

sin necesidad de embarque

ni esperas prolongadas

no necesitan de autocares

ni de trenes de alta velocidad

no precisan tomar un taxi

ni grandes catamaranes

viajan a la velocidad del viento

hasta romper la barrera del silencio

viajan a la velocidad del amanecer

hasta iluminar las sombras que anochecen.

 

Te regalo la palabra ‘amistad’

para que te subas a horcajadas

en la ‘m’ minúscula que guarda

con las piernas bien abrazadas a su grupa

y las manos amarradas con fuerza a sus cinchas

cabalgues por donde tu libertad te lleve

hasta encontrarnos…

mi silencio te espera.

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😉

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