He dejado que la Naturaleza me acompañara en estos versos

logoHe pasado unos días fuera de mi ‘lugar habitual’. He regresado por unos instantes a ese lugar en el que parte de mi personalidad se fue conformando; o parte de mi vida; o parte de mi futuro… Ese lugar en el que mi infancia y juventud vivieron un tiempo. He pensado. He reflexionado. He descansado. He dormido. He soñado. He mirado. He escuchado. Sobre todo he mirado y he escuchado, intentando hacerlo con esa mirada que la infancia pone en las cosas que va descubriendo.

No he buscado anclarme en los recuerdos o acomodarme en ellos; ya viví lo ya vivido. Ahora toca seguir caminando, pero sí es importante, creo yo, saber de dónde venimos cada una o cada uno de nosotros. Me gusta conocer mis orígenes y soy un verdadero afortunado al tener esa posibilidad y, sobre todo, recordar aquella etapa como feliz. Con sus luces y sus sombras, como cada hijo de vecino, pero feliz, sin lugar a dudas.

De este encuentro. De estos días. De esta experiencia nueva, o renovada, he querido dejar unos versos. Los cinco sentidos han disfrutado de esta experiencia, especialmente el oído, que ha gozado recordando aquellos sonidos que acompañaron días y tardes y noches. Por supuesto la vista, recuperando esa mirada que lo veía todo, que lo imaginaba todo, que lo creía todo. Cuando ahora, al pasar de los años, te das cuenta de que todo, a veces es nada; y de que nada, a veces, lo es todo.

.

Si te apetece puedes escuchar el poema

.

He podido ver la Naturaleza

como hace tiempo la veía

el recortar de las montañas

sobre el horizonte lejano

las blancas nubes caminar silenciosas

bajo un cielo azul inmaculado

los girasoles dispuestos en ordenadas hileras

mostrando su dorado semblante al nuevo sol.

 

He podido escuchar la Naturaleza

como hace tiempo la escuchaba

el canto de las alegres aves

que llenan alborozadas el aire con sus melodías

el batir de las ramas de los olmos

que con su gracia hace mover el viento

el crecer pausado de la verde hierba

cuando el agua refresca dulce sus raíces.

 

He visto tantas cosas

como hace tiempo las veía,

he escuchado tantos sonidos

como hace tiempo los escuchaba,

que me han ayudado a comprender

que me han ayudado a entender

muchas de las dudas que me acompañan

cada nuevo día y los anteriores.

 

No he resuelto todas mis dudas

tampoco es que esa fuera mi intención

pues las cosas suceden simplemente

cuando deben suceder

tan solo han permitido desdudarme

de alguna de ellas sin rubor ni vergüenza

no sé si muchas o pocas pero sí sé,

que suficientes por ahora.

 

No tengo prisa,

ninguna prisa

aún me queda mucho por aprender

aún me queda mucho por dudar

aún me queda mucho por vivir.

.

:)

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *