Mirar unos versos mientras las palabras sueñan libres

logoMirar, siempre mirar, sin importar si alguien nos mira o nos deja de mirar. Todo a nuestro alrededor está dispuesto para ser observado por cada una y cada uno de nosotros, desde la Naturaleza en su esplendor, hasta los anuncios publicitarios que pretenden vendernos aquello que no necesitamos. Es decir, desde lo más hermoso, hasta lo más mundano. No importa, de veras; lo importante es que nuestra mirada se centre en aquello que le haga sentirse feliz.

No obstante, y después de la que hemos pasado –y estamos pasando, aunque parece que muchos y muchas lo ignoran–, deberíamos acercarnos más a aquello que acompaña nuestra vida, y si sabemos mirar, descubriremos que nos hace más felices; desde observar un amanecer, una puesta de sol, o unas simples nubes dibujando el cielo, hasta el encuentro –calmado– con familiares y amigos, en torno a una buena conversación y un: ¡Cómo te he echado de menos!

Y jugando con mi mirada y la tuya, y la de muchas y muchos a los que he mirado, he dibujado estos versos que ahora comparto. Creo que es necesario detener el tiempo un instante de cuándo en cuándo. Incluso diría que es bueno para poder reflexionar y mirar. Pero tengo la impresión de que este largo instante que hemos vivido, ha servido de muy poco en cuanto a la reflexión y el mirar. Para aquellas y aquellos que lo han conseguido: ¡¡Enhorabuena!! –que los hay–. Y para aquellos y aquellas que no lo alcanzaron: ¡Lo siento, busca otro momento, saldrás ganado! –que también los hay–.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

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Quién pudiera mirar

con los ojos de la luna

con la cálida mirada

de las estrellas y la noche

o con la suave mirada del viento

para poder apreciar aquellas verdades

que silencian la indecente voz de las mentiras.

 

Mirar con la sencillez inocente del niño

que por primera vez observa sorprendido

el feliz rostro de su madre

sonriéndole a la vida

soñando sueños que sabe están por llegar.

 

Mirar girándome a pasado y presente

como tornan su rostro los girasoles

cuando buscan esa luz que ilumina

su cara ausente de tristezas

mientras se abrazan con fuerza a la tierra.

 

Mirar, siempre mirar

para conocer, observar y aprender

de cada nuevo día que amanece

de cada nuevo rostro que aparece

de cada nueva oportunidad que nace

de cada nueva sonrisa que muere

mirar, siempre mirar

aún con los ojos cerrados.

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:)

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