Hay tradiciones que no deberían perderse, como es la de transmitir, generación tras generación, las historias que muchas tardes, que muchas noches, se contaban en las cocinas de pueblos y aldeas una vez terminada la faena en el campo, al amparo de la lumbre. Historias que pasaban de padres a hijos y permanecían en la memoria, pues no llegaban a plasmarse en papel alguno.
Por eso, cuando un escritor recoge historias que escuchaba de pequeño y las hace vivir de nuevo para nosotros, dejando muestra gráfica de ellas, te alegras por lo que parecía perdido y ha sido recuperado. Cualquiera de los dos trabajos presentados por nuestro invitado, José Quesada (Pepe de Librada) nos hará viajar por tiempos y tradiciones, con un lenguaje sencillo, a la par que recupera giros y palabras en desuso, cuyo sonido reconforta al lector.