Tengo gente muy próxima a mi que está sufriendo los efectos de esta crisis que ‘ya ha terminado’. En un país en el que por mucho que diga el INE, o Cáritas, o el mismísimo ‘Sursum Corda’, nuestros políticos (los de siempre), quieren hacernos ver que todo está bien y que ho hay pobreza; que no hay miseria; que no hay familias en riesgo de exclusión, y muchas ya excluidas, para siempre. Que ellos, o el caos.
Hay gente que trabaja, y aun así vive en la miseria. Lo he visto, y muy de cerca. La tristeza en sus miradas te encoge el alma (o le que cada uno tenga, si tiene), y su angustia se hace tuya. Nos regalan cifras macroeconómicas que mucha gente no entiende. Y aunque las entendiera, como puede ser mi caso, de nada valen, si a mi alrededor sigo viendo el sufrimiento de muchos. Por vergüenza, algunas familias se muestran ‘hacia fuera’, de forma distinta a como realmente están.
No tengamos miedo. No nos dejemos engañar por ‘cantos de sirena’ conocidos o desconocidos. No permitamos que nos engañen con palabras vacías y sin sentido. Parad. Parad un instante y pensad. Pensad por vosotros mismos. No permitáis que os (nos) lo den pensado. Pensemos si queremos que, al menos, intentemos cambiar lo que nos nos gusta. Mira mis ojos, y permite que los míos, miren los tuyos.
Si te apetece puedes escuchar estos versos.
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¿Has visto
cómo miran los ojos
de la desesperación
cuando la vida les da la espalda?
¿Has visto
cómo miran los ojos
de la derrota infligida
en mil batallas
a los que abatidos
huyen cada mañana de la pobreza
cuando tan solo luchan
por la decencia
de ser por haber nacido?
Deja que tus ojos
miren mis ojos
deja que mi mirada
se cruce con tu mirada
no te sientas solo
no te sientas sola
tendí mi mano
cuando se inició esta guerra
y aunque pierdas batallas
aunque perdamos algunas batallas
no permitiremos que venza
la indecencia
de aquellas y aquellos que se acomodan
que engañan y mienten
que especulan y roban
frente a los que cada mañana
amanecen
pensando si habrá día
o quizá se pierda otra batalla.
Me levantaré contigo
después de cada caída
y podré mirarte a los ojos
y tus ojos podrán mirar los míos
mientras ellos
mientras ellas
ocultarán su indecente mirada
para no ser descubiertos.
Mañana
cuando amanezca
y salgas de nuevo a la calle
a buscar lo que cada día te niegan
enfrenta tu mirada a la vida
enfrenta tu mirada
a las miradas que te miran
y a aquellas que vuelven la espalda
nada debe avergonzarte
nada debe violentarte
solo buscas los que es tuyo
y te mienten
solo pides lo que es tuyo
y te niegan
solo reclamas lo que es tuyo
y te roban.
¿Has visto
cómo miran los ojos
de la desesperación?
Pues mira en los suyos
quizá mañana sean los tuyos.
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