Soñar para alcanzar lo que uno quiere. Soñar para no alcanzar lo que uno no quiere. Qué sencillo es escribirlo y cuánto nos cuesta lograrlo. Nadie dijo nunca que alcanzar un sueño fuera fácil y rápido; sobre todo rápido; sobre todo fácil. Nuestros sueños solo podemos hacerlos realidad nosotros mismos. No valen excusas. Eso solo son ‘tempestades’ que nosotros mismos creamos para impedir alcanzarlos. Toma el timón de tu vida y sal a navegar.
Suelta las amarras que te anudan a un puerto en el que no deseas estar. Despliega las velas y pon rumbo al horizonte. No temas alcanzarlo solo llegarás hasta donde tú quieras llegar. Estate atent@ pues en mar abierto estarás expuest@ a inclemencias de un tiempo cambiante de fuertes vientos; de nieblas y nubes; de falta de vientos; de un sol implacable; de vientos traicioneros; de corrientes adversas…
Sueño con lo que quiero alcanzar y no pienso renunciar a ello. No sé si lo alcanzaré. Cada mañana me prometo disfrutar con la travesía que llevo a cabo, sin importarme el tiempo que emplee en ello. Disfrutaré de la mar y del viento; y del sol y la noche; y de la luna y las estrellas; disfrutaré cada vez que mis bergantines se crucen con otros barcos y saludaré sus éxitos. Y ahora, compartiré estos versos con aquell@s mariner@s que se hayan decidido a surcar este mar. Soltemos amarras (me he permitido un guiño a Espronceda, disculpad).
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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Nace el sueño
en esa parte del cerebro
cuyo nombre científico no me interesa
pues no voy a desarrollar un ensayo
ni a formular una tesis
tan solo pretendo escribir un poema.
Por estos versos navegará mi sueño
que aún permanece amarrado
al puerto
donde la inconsciente conciencia
aprovisiona mis naves
tres bergantines tres.
Surcarán mares y océanos
enfrentarán tempestades jamás observadas
y navegarán por las calmas aguas
que la luna llena ilumina desde su atalaya
“…la luna en el mar riela,
en la lona gime el viento…”.
Alcanzaremos playas vírgenes
y puertos desbordados de envidias y recelos
mas no pondremos pie en tierra
para no huellear desesperanzas.
Abrazaremos jubilosos las mañanas
que nos regale el día
después de una noche sin luna
descansadas las nubes sobre el horizonte
y con el viento a favor
desplegaremos todo el velamen
fuertes las amarras
en trinquete y mayor
las estrellas irán trazando nuestro rumbo
en el azul del firmamento
la noche desvelará nuestro camino
el Universo nos acompaña.
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😉
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