Iniciamos un nuevo mes con unos versos

hex0En la creación de una obra, con independencia de la disciplina a la que se haga referencia (poesía, narrativa, música, pintura, escultura…), las ‘musas’ tienen su participación importante. Le podemos dar infinidad de nombres. Hay una literatura muy extensa sobre este asunto, y no pretendo hacer una disertación, pues no nos conduciría a nada (creo).

Algunas veces pretendemos ‘jugar’ con esa situación cuando nos disponemos, como en este caso, a compartir un poema. Han sido muchos los poetas que lo han utilizado. En ningún caso pretendo ponerme a su altura, pero me apetecía, en este primer domingo de diciembre, hacer ‘algo diferente’ a lo que hago cada domingo desde hace varios años. No obstante, recuerdo haberlo utilizado en alguna otra ocasión.

Aun así, y confabulándome con unas musas ‘que no llegan’, aunque sinceramente creo que están sentadas ahora mismo a mi lado, trazo estos versos con ‘renglones derechos’ para que podáis disfrutar con su lectura. La vida es caprichosa y a veces nos sorprende. Es lo maravilloso de vivir. No dejes de sorprenderte nunca. El día que ‘nos acostumbremos’ a lo que vemos, oímos y sentimos; el día que ‘no nos sorprendamos’ de lo que sentimos, vemos y oímos; el día que ‘dejemos de soñar’ en lo que oímos, sentimos y vemos… Habremos empezado a morir, aunque sigamos caminando.

.

Si te apetece puedes escuchar el poema.

.

Quiero escribir unos versos

abro mi cuaderno de poesías

que celoso guardo en el cajón de mi escritorio

y desprendo de su lomo

con la suavidad precisa

el bolígrafo que en él duerme prendido.

 

Aparto lentamente sus páginas

buscando hallar la primera en blanco

que paciente espera

después de escribir el penúltimo poema.

 

Una vez todo dispuesto

y sentado en la soledad de mi habitación

escribo:

“Quiero escribir un poema”

de pronto mi mente se queda en blanco

me asaltan anárquicas confusas imágenes

otoños y primaveras

paisajes nevados con pequeñas huellas

que quiebran su pureza

playas desiertas con suaves olas

que acarician su blanca arena

atardeceres que se despiden

pues esperan un nuevo amanecer.

 

Todo es confuso en mi mente

y no acierto a escribir unos versos

me detengo un instante y pienso

cerraré por hoy este cuaderno

y devolveré este bolígrafo a su lomo

y decido

hoy no llegarán mis musas

será mejor probar el próximo domingo.

.

😉

.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *