Permite que la libertad de la poesía acompañe tus sueños

hex0Para mí, uno de los cantos más bellos a la libertad, es el monólogo de Segismundo en la segunda escena de la primera jornada de ‘La vida es sueño’, de nuestro inmenso Calderón de la Barca: ¡Ay mísero de mí, ay, infelice!..//…qué delito cometí / contra vosotros naciendo; / aunque si nací, ya entiendo / que delito he cometido… Soñando con ‘la libertad’ he dibujado estos versos que ahora comparto contigo, pues seguro te sientes (o te has sentido) ‘preso’ o ‘falto de libertad’, cuanto menos, ante la toma de una decisión.

En esta ocasión ‘he prestado mi voz’ a un ruiseñor enjaulado que no conoce la libertad, pero que las hadas o los hados han otorgado el privilegio de soñar (si es que no sueña ya), y ha soñado con ella. Y tan bien ha debido de comprenderlo, que siente como unas manos ‘carentes de alma’ (y quizá de sueños), son las que le proporcionan cada día alimento, agua y cobijo (…sólo quisiera saber / para apurar mis desvelos…).

No te limites a soñar con la libertad. Disfruta de ella. Reivindícala. Pero debes tener cuidado. Toda libertad se cobra un precio y deberás estar dispuesto a pagarlo si quieres que tu Universo ‘esté en equilibrio’. En caso contrario, estarás en deuda ‘con alguien’, y quizá algún día decida pasar a ‘cobrar’. Siempre será en el momento más inoportuno. Cuídate de pactos con el diablo; pero cuídate más, de pactos con los hombres. Sé libre. Sin deudas. Con el compromiso único contigo mismo de vivir tu libertad sin que ello interfiera en la libertad de tus semejantes. Se ruiseñor. Sueña. Y vuela.

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Si te apetece puedes escuchar estos versos

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He soñado con la libertad

escuchó la mañana

cantar al ruiseñor enjaulado

poder desplegar mis alas

y batirlas al viento

en las tardes de primavera

mientras el sol acaricia los campos

dejarme llevar

entornar mis ojos

escuchar los ecos de la libertad hallada

y volar.

 

Volar como vuelan las nubes

y las motas de polvo

y la lluvia cuando cae serena

y la fría nieve

y mi hermano el halcón

y mi hermana la alondra.

 

Buscar mi alimento

y mi agua

y mi cobijo

sin que me lo procuren unas manos

que añoran un alma libre

sufrir y padecer el regalo que la libertad entrega

a cambio para equilibrar la balanza de la vida.

 

No sé lo que es la libertad

pero he soñado con ella

y es cuanto deseo alcanzar

para acogerla bajo mis alas

y acariciar su fragilidad

hasta sentirla en cada poro de mi piel

cubierta de este colorido plumaje.

 

Mi mundo no puede acabar

donde acaban los dorados barrotes

que dan forman a mi jaula

el azul cielo no pueden ser

retales verticales

que troquelan su inmensidad

fino hilos de acero templado

que limitan movimientos

pero que nunca limitarán sueños.

 

Dime libertad dónde moras

para poder encontrarte

y sentir

la templanza de tu abrazo

antes de partir.

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😉

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