¿De qué fuente bebería para saciar mi sed y mis miedos? De unos versos

hex0Creo recordar que fue a primeros de año cuando el periodista Jordi Évole trató en su programa ‘Salvados’ de «La depresión». Los testimonios de afectados, familiares y médicos hizo que se me erizara la piel y mis ojos se inundasen de lágrimas escuchando sus experiencias. Es ‘gente normal’, a la que en un momento determinado su vida ‘se le hace inmensa’, y la ‘carga que llevan’ se les antoja insoportable. No pretendo simplificarlo. Es imposible.

Ninguno estamos libres de sentir el abrazo cruel y despiadado de la depresión. Ocupa tu lugar y te vacía por completo. Te ha usurpado. Es como ese ‘ente extraterrestre’ que se ha ‘colado’ dentro de ti hasta anularte. Ya no eres nada. Ya no eres nadie. No ves. No escuchas. No sientes. Percibes que te estás rompiendo y parece que no puedes hacer nada, y en el peor de los casos ‘te dejas llevar’.

No estoy bien. Quiero escribir y contar lo que siento. Cómo me siento. No sé si le podrá servir a alguna persona, pero disculpad que necesite ‘ser egoísta’ por un momento; necesito que pueda servirme a mi. Saber dónde estoy. Saber dónde me encuentro. Sé que estoy rodeado de gente que me quiere; gente a la que le importo; gente a la que quiero; gente que me importa… Pero me siento perdido y sin rumbo. No sé si debo esperar. No sé si debo salir ‘a buscarme’.

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Si te apetece puedes escuchar estos versos

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Nunca piensas que puede entrar

hasta que sientes que se ha colado

por debajo de tu puerta

en silencio

pausadamente

más silenciosa que la propia muerte

y más perseverante

una vez que encuentra el lugar en el que anidar.

 

De nada sirve que recubras con sueños

cada resquicio de tu vida

ni que rellenes de esperanzas

las oquedades que el devenir de los mañanas

ha dejado después de tantos ayeres.

 

Encontrará el hueco con su olfato infalible

para entrar a hurtadillas poco a poco

apenas imperceptible al principio

hasta cobrarse su pieza por completo

no le basta con una parte

lo quiere todo

no tiene límite su egoísmo

te quiere completo y anulado.

 

No se aloja en tu corazón

pues huye de los latidos sinceros

le importa nada tu alma

pues no pretende entrar en conversación

tan solo busca acomodarse en tu cabeza

en ese pequeño rincón de la memoria

desde donde carcomer tu confianza

hasta aniquilarte

hasta desarmarte.

 

Esa garra invisible y certera

que suelta sin compasión

zarpazos despiadados e infalibles

una vez sometida su presa

mirándole a los ojos sin pestañeos

para observar la mirada perdida

el desconcierto del que se creyó a salvo.

 

Nunca pedirá permiso para entrar

pero pretenderá quedarse

hasta que nada quede de lo que alimentarse

no tiene prisa

pues es dueña del tiempo

con su esperar paciente y cruel.

 

Siento en mi sus heridas certeras

que me ha infligido con su mano diestra

no la vi llegar

o tal vez sí

y me sorprendió mientras esperaba el amanecer

siento ahora el palpitar de mi sangre

derramada

junto con mis lágrimas.

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:(

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