Creo sinceramente que, desde el primer momento en el que llegamos a este lugar al que llamamos Mundo, emprendemos una búsqueda. No sé si de nosotros mismos, de nuestro origen, de nuestro destino; en el que preguntas y preguntas se agolpan en nuestra cabeza guiadas, al menos al principio, por la curiosidad. Solo tenemos que observar a nuestros peques, y comprobaremos que se pasan el día preguntando y preguntando. Que pena que, a veces, cuando somos adultos, dejamos de preguntarnos inmersos en no sé qué quimeras. Quizá deberíamos retomar esa sana costumbre de preguntar; de preguntarnos; de preguntarte.
Yo sigo preguntándome, cada día, aun sin obtener respuesta. Yo sigo caminando, cada día, con independencia de los obstáculos que encuentre. Yo sigo soñando, cada día, a pesar de los sueños frustrados o no conseguidos. Yo sigo viviendo, cada día, porque amo la vida y le agradezco cada amanecer, por muy nublado que aparezca el día. Y después de vivir, de soñar, de caminar y de preguntarme creo saber dónde está la respuesta y, si estuviera en lo acertado, está más cerca de mi de lo que siempre he creído. Ahora bien, en absoluto doy por perdido el camino recorrido y que me ha distanciado tanto, pues gracias a él he conocido otros caminos, de otros semejantes, que se han trenzado con el mío. Feliz domingo. Feliz poesía.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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He soñado mil vidas vividas,
quizá hayan sido diez mil
o tal vez…,
tal vez solo una
buscando esa estrella
entre todas las miles,
quizá sean millones
o tal vez…,
tal vez miles de millones
de las que inundan las noches sin luna
sin haber hallado aún esa luz
que certera ilumine sendas y veredas.
Cada día
cada hora
cada minuto
cada segundo
una decisión a tomar
entre todas las que el Universo propone
descartando decenas
quizá centenares de decenas
o tal vez…,
tal vez miles para elegir tan solo una
entre los claroscuros por los que discurre
este camino que camino.
Buscar, siempre buscar.
Caminar, siempre caminar.
Siempre buscar caminando,
siempre caminar buscando
para hallarme hallando
lo que con mi diario caminar
aún sigo buscando.
Después de miles de amaneceres,
quizá decenas de miles
en los que he vivido un sueño
o tal vez…,
tal vez soñado una vida,
en este nuevo amanecer que amanece
me he prometido seguir buscando
pero ahora sin mirar ese cielo
que me acoge,
sin mirar esas estrellas
que lo acompañan,
sin mirar ese horizonte
que inexorable se aproxima,
buscaré siguiendo el latido
de este corazón que palpita en mi pecho,
pues en cada sístole y diástole
escucho que me dice
hacia dónde debo caminar
hacia dónde debo buscar
hacia dónde debo mirar.
Siempre estuvo ahí el camino
siempre ahí la luz que lo ilumina
y yo tal vez…,
tal vez buscando estrellas errantes
cuando todo estaba en mi
cuando todo lo tenía tan cerca.
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