Qué importante sería no olvidar que una vez, quizá no hace tanto tiempo como pensamos o creemos, fuimos niños (o niñas). Ahora nos hemos convertido en adultos; en hombres y mujeres ‘de provecho’, que decían nuestros mayores, pero que hemos dejado de hacer cosas que de pequeños no le dábamos mucha importancia y que ahora, al menos para mí, sí que la tienen. Hemos dejado de creer y de soñar y de imaginar y de reír y de llorar y de saltar…; y de saltar y volar, cuando desplegábamos nuestros brazos imitando el surcar de los cielos.
¡Cómo hemos cambiado! En algunas cosas a mejor. No vamos a ser fatalistas. Pero en lo esencial me temo que a peor. En los pequeños detalles, que son los que conforman nuestra verdadera forma de sentir y de vivir, creo que hemos retrocedido. Aún estamos a tiempo. En grupo o en compañía de nuestra soledad proponeos sonreír, soñar, cantar, bailar, saltar…, saltar y volar.
Recordando muchas de las veces que he saltado, cuando era niño, para alcanzar el cielo o las estrellas; la luna o las nubes; subirme sobre una estrella fugaz y surcar el firmamento, he traído estos versos sobre la hoja en blanco de mi cuaderno de poemas y que ahora decido compartir. Con ellos quiero invitaros a saltar, como antes saltabais. A soñar, como antes soñabais. A reír, como antes reíais, A mirar, como antes mirabais.
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
Saltar
saltar estirando los brazos
hasta alcanzar los sueños
con la punta de los dedos
antes de que los desvanezca el tiempo
sentir
cómo mis pies abandonan
la solidez de esta tierra Madre
dejando flotar libre
por la eternidad que se contiene en un instante
todo aquello que me ata
y todo aquello que me impide volar.
Saltar para que el viento
alborote mi cabello
una vez más como antaño lo hacía
cual inocentes juegos infantiles
entre él y yo
entre yo y él
sin otro testigo que le silencio.
Sensaciones insignificantes
a los ojos de aquel niño
emociones desbordadas
a los ojos del ahora hombre
que no se ha olvidado de saltar
que no se ha olvidado de sentir
que no se ha olvidado de volar
que no se ha olvidado de jugar
con el viento
cuando de nuevo viene a visitarme
para arremolinar mi cabello
.
😉
.