La poesía dibuja horizontes desdibujados para que los descubras

logoYo creo que todas y todos necesitamos (o buscamos) ese lugar en el que nos sintamos en paz; ese lugar que nos acoja y nos proporcione el calor y resguardo necesario para caminar por esta vida que vivimos. Algunas veces (quizá muchas veces), nos empeñamos en emprender un largo camino en esa búsqueda, cuasi interminable en ocasiones, cuando nuestro destino, nuestro horizonte está mucho más cercano. Cada uno y cada una sabrá dónde (o en quién), aguarda nuestra llegada para acogernos y hacernos sentir…, tal vez diferentes; tal vez ‘a salvo’; tal vez en paz.

En toda relación habitan cielos nublados y cielos azules y claros. En toda relación palpitan instantes felices y otros que quizá lo sean menos. En toda relación se precisa de una compañía cercana y de una soledad imprescindible para reencontrar el rumbo, si se hubiera perdido. En toda relación se asciende a cumbres que se antojaban inalcanzables y se desciende a profundos valles que desconocías, y no pasa nada, tan solo es la vida que pasa. En toda relación se precisa de la palabra y del silencio, de las miradas y de las caricias, de la comprensión y la empatía. En toda relación la sinceridad para contigo y para quien te ama es, imprescindible para seguir disfrutando de lo que la vida nos regala.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

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Eres mi remanso de paz,

esa playa a la que arribo

tras la tormenta;

el cálido hogar que me recibe,

con ventanas y puertas

abiertas de par en par,

y en el que encuentro la paz

después de cualquier batalla;

ese lugar que ansío

cuando el horizonte se desdibuja

por la sinrazón de los que vierten

palabras vacuas

que solo siembran rencores y odios.

 

Eres la mano que acaricia y sana

mi corazón herido

cuando el pasar de la vida

suelta su certera garra

y desgarra, sin importarle nada,

el latido acompasado de mis quimeras.

 

Eres la luz al final del túnel

que aparece en la penumbra

que me habita,

cuando me siento perdido

y sin rumbo al que dirigir mis pasos

huérfanos de huellas.

 

Eres tú la mujer,

una mujer,

esa mujer,

que sabiendo o sin saber

queriendo o sin querer

sintiendo o sin sentir

hace o intenta hacer

con cada palabra

y cada silencio

una mejor persona

de este que escribe

de este que sueña

de este que siente

de este que vive

de este que ama…,

de este que agradece a la vida

que nuestros caminos se cruzaran.

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😉

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