Cuántos meses y años y siglos el ser humano lleva mirando el cielo, con esa curiosidad innata que le acompaña y preguntándose sobre el sol, la luna, las estrellas y el Universo que le rodea. ¿Y si todo estuviera más cerca de lo que a simple vista podemos creer? A veces, muchas veces cuando me asaltan dudas, entorno mis ojos, miro hacia dentro de mí y busco las respuestas en la poesía que me late y me habita. No porque sea más fácil –que no lo es–, sino porque es donde las respuestas esperan a ser preguntadas.
Estos versos no encierran un canto a la luna, con todo lo enigmático que la acompaña y rodea; o a las estrellas, que cada noche brillan para dibujar un mágico cielo; o a la noche, que abraza nuestros sueños, desvelos y esperanzas. Estos versos son para mi Luna. Esa que está a mi lado, cuando estoy solo o en compañía; esa que siento a mi lado, cuando la distancia pretende acomodarse entre nosotros; esa que percibo a mi lado, susurrándome esos silencios que celosamente guarda entre sus palabras. Estos versos son para mi Luna, y para todas vuestras lunas.
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
La otra noche vino la luna
a visitarme
y no fue un sueño;
sentí su compañía
a mi lado
y el susurro de su voz
en mi corazón.
¡Cuánto te he extrañado!
Me dijo
¡Cuánto te he echado de menos!
Me confesó.
No supe qué responder
no supe qué decir
no supe qué hacer.
Mis ojos miraron sus valles
y sus cráteres
y sus mares huérfanos de olas
y su cambiante cara
y su cara oculta…
y su enigmática sonrisa.
Se deslizó entre mis sábanas
con la ternura de la noche
abrazando todo mi ser
con esa mágica sensibilidad
que silencia el encuentro
después de tiempos de espera.
¡Cuánto te he echado de menos!
Me dijo
¡Cuánto te he extrañado!
Me confesó.
Nos amamos bajo un cielo
estrellado
durante toda la noche
y entre sus brazos me venció
el sueño.
Me despertó la mañana,
tuve miedo de abrir mis ojos
y descubrir su ausencia,
pero allí estaba,
a mi lado
entre mis sábanas
entre mis brazos
y yo entre los suyos.
Han pasado los años
y aún me estremezco
cuando la encuentro junto a mi
cada noche
cada amanecer
cada despertar
cada anochecer.
No más noches vacías
no más noches sin estrellas
no más noches sin mi Luna.
¡Cuánto te he extrañado!
Le dije
¡Cuánto te he echado de menos!
Le confesé.
.
😉
.