Ayer se celebró en la Fundación Centro de Poesía José Hierro, el XV Aniversario de su creación. Un proyecto que nació con el propósito de crear un espacio de encuentro donde la creación y la palabra fueran su espina dorsal. Abierto a todas las disciplinas del mundo de la cultura y el arte, late con un corazón propio formado por la esencia de todas aquellas y aquellos que, de una u otra forma, han traspasado su puerta. Siempre abierta. El sueño de Pepe Hierro. El sueño de Margarita Hierro. Un sueño hecho realidad.
Tuve el privilegio de asistir y participar en esta celebración, donde la música, la palabra, los versos, las anécdotas, los recuerdos, las risas…, flotaban por encima de todos los asistentes creando un ambiente único. Aquellos y aquellas que en algún momento hemos formado parte de este sueño, y hemos conocido lo que sus paredes guardan y atesoran, no volveremos a ser los mismos. Ni mejores, ni peores; simplemente diferentes, si hemos tenido el privilegio de ser ‘tocados por el alma de Hierro’.
Parte de lo que pude vivir en la tarde-noche de ayer he querido plasmarlo en los versos que ahora comparto. De igual manera quiero dejar ‘negro sobre blanco’ mi agradecimiento a la familia Romero-Hierro, por seguir adelante con el testigo que les fue entregado, a pesar de las dificultades que han pasado. El camino no ha sido fácil, quizá por eso la grandeza del proyecto. La Fundación Centro de Poesía José Hierro no tendría ningún sentido, si no se llenase de la ilusión y los sueños de todas y todos aquellos que entran en ‘este lugar de encuentro’.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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La palabra nace
del silencio
al igual que el agua de los arroyos
que inunda la mar
nace de la lluvia
aun sin ser esperada.
Lluvia
Silencio
Agua
Palabra
Abracadabra
nace un verso
sueña un poema.
¿Dónde habita la palabra
antes de ser pronunciada?
Busca el poeta
en el desván de su memoria
jirones de recuerdos que partieron
escucha el poeta
los silencios ocultos
que troquelan las palabras que antaño se dijeron
siente el poeta
el florecer de los girasoles
y el silente latir de las cunetas
observa el poeta
las sendas deshabitadas
y los caminos que ya fueron andados
llora el poeta
la muerte siempre incomprendida
y la vileza obscena de la mentira
ríe el poeta
el amanecer de las mañanas
y el libre vuelo de las aves…
nada es verso
todo es poesía.
Acompasa corazón
la alegría del encuentro
los recuerdos
la fiesta
la añoranza
el tiempo compartido
que me enseñó a crecer
flor de flores fuiste
verso de verso siempre
sueños de una vida
que sigue soñando.
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😉
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