Unos versos para los ‘peques’ en este domingo de invierno

Marina ha cumplido siete años y va a segundo de primaria. Como muchas niñas y niños de su edad, que tienen la fortuna de ir al colegio, está aprendiendo la tabla de multiplicar. Hasta hace unos días se aprendieron hasta la del cinco. Este fin de semana, a su clase, le ha tocado aprenderse la tabla del seis y cada uno pone de su parte todo lo que puede, seguro.

Pensando en ello, y con la intención de ayudarle, he pintado estos versos que ahora compafrto. A ella le ha ayudado y divertido. Quizá puedan servirles a otros niños o niñas, porque todo aquello que puede llevar cierto ritmo o musicalidad les es más fácil de aprender. Y para completar el círculo he considerado que, lo mejor, es que ella misma le pusiera voz a este poema.

Cuando yo tenía su edad y me enseñaron las tablas de multiplicar, recuerdo que se memorizaban cantando y, la verdad, dio su resultado. Después ha habido grupos de música infantiles que han versionado las tablas de multiplicar, con mayor o menor éxito, incluso hay muchos poemas que han acompañado este aprendizaje. Que ésta sea mi contribución, al menos para mi hija pequeña.

Si te apetece puedes escuchar estos versos (en la voz de Marina).

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Este domingo me tengo que aprender

la tabla de multiplicar del seis

hasta el cinco hemos llegado

el fin de semana pasado.

 

Empezar es fácil ya veréis

seis por una es seis

seis por dos doce serán

como las uvas en Navidad.

 

Seis por tres dieciocho

en el cole desayuno bizcochos

seis por cuatro veinticuatro

en mi casa tengo dos gatos.

 

Seis por cinco treinta

las nubes traen tormentas

seis por seis treinta y seis

es fácil ya lo veis.

 

Seis por siete cuarenta y dos

te lo digo bajando la voz

seis por ocho cuarenta y ocho

el puré del comedor está soso.

 

Seis por nueve cincuenta y cuatro

mi hámster se llama Torcuato

y seis por diez sesenta

ha llegado el final yo tan contenta.

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😉

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