He escuchado muchas y diversas respuesta a la pregunta de: ¿qué es para tí el éxito? Y como os podéis imaginar, en este Mundo que habitamos y que, a veces, muchas veces, prima más la inmediatez que el sosiego y la calma, demasiadas de las opiniones han sido, la verdad, poco gratificantes. La paciencia y la espera suelen ser buenas compañeras de viaje. Quizá esta reflexión la hacemos cuando ya hemos recorrido un largo camino, y nos encontramos más cerca del horizonte que de la línea de salida. Aun así, no pierdo la esperanza (nunca), de que en algún momento nos detengamos y meditemos.
Y mientras ese momento llega (que llegará) 
permitidme que comparta estos versos, con los que NO pretendo dar respuesta a la pregunta en cuestión. Pretendo, entre verso y verso, que te detengas un instante, tan solo un instante, cuando quieras o puedas y reflexiones sobre ello, pues hay muchas maneras de vivir con (en) el éxito, pues todo depende de lo que para cada una y cada una de nosotros signifique esa palabra: tres vocales y dos consonantes. Suficientes para frustrar una vida; suficientes para conseguir ser feliz en la vida. Permitidme, por tanto, que brinde con tod@s vosotr@s por el éxito.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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¿Qué es el éxito?
Le preguntó el mar a la luna
mientras ella bañaba su luz
en las aguas calmas que cada noche
él la entregaba junto a la playa.
Tú, mi querida amiga,
que vuelas sobre mares y tierras,
sobre ríos y lagos,
sobre montañas y valles;
tú, mi querida amiga,
que desde allá arriba todo lo observas
entre las luces y las sombras de la noche
¿Qué es el éxito?
La luna permaneció en silencio
disfrutando de su baño nocturno
mientras el mar mecía su brillar
y las estrellas, silentes, observaban.
Un suave viento voló la arena,
tierra adentro;
un suave viento viajó las aguas,
mar adentro;
y sin rumbo fijo se alcanzaron
cuando el viento cesó.
Iluminose la luna sobre las aguas
como nunca antes lo hiciera,
y recordó lo que un anciano
respondió a un joven,
hace ya muchos anocheceres,
cuando éste le preguntó lo mismo
que su amigo ahora le preguntaba.
Cuando sientas la felicidad a tu lado
porque el amor a los que amas,
te es correspondido…,
habrás alcanzado el éxito.
Cuando consigas arrebatarle
una sonrisa a la tristeza
porque conseguiste vencerla…,
habrás alcanzado el éxito.
Cuando tu mirada descubra
la bondad que habita en los otros,
y los otros descubran la bondad que habita en ti…,
habrás alcanzado el éxito.
Pero debes recordar siempre
que el éxito es efímero,
como lo es todo en este Universo
en el que el tiempo
es tan caprichoso como certero,
pues no hay presente sin pasado,
y no hay pasado sin futuro.
La luna aplacó su brillo
y el mar miró el horizonte
donde, cada anochecer,
besa el cielo estrellado,
antes de que regrese un nuevo amanecer.
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😉
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