Amo la poesía y amo la vida, siempre, no solo este día

logoDía 14 de febrero. Domingo. Celebramos el día del amor y de la amistad. ¿Pero solo este día? ¿Solo un día al año? ¿Y el resto de los días del año qué hacemos de la amistad y del amor? En muchas ocasiones se ha hablado de que es un invento de los Centros Comerciales. Incluso recuerdo que se comentaba, que fueron unos grandes almacenes los que ‘instauraron’ este día por intereses económicos.

No puedo negar que es un día bonito. Un día en el que se ve una ilusión, diferente, en aquellas y aquellos que aman o que son amados. Eso es indiscutible. Pero siempre me he preguntado, dónde queda ese amor a todo y a todos, fuera de este día. ¿No sería mejor que demostráramos ese amor, cada día, con pequeños gestos (o grandes), dependiendo de cada cual? Creo que a todos nos gusta escuchar y, sobre todo, percibir que somos amados.

Me confieso enamorado. Enamorado de, prácticamente, todo cuanto me rodea. Si aprendiéramos a mirar sin prejuicios y sinceramente a quienes forman parte de nuestra vida, con independencia de sus opiniones y sus creencias, creo que nos sentiríamos mejor y haríamos que ellas y ellos también se sintieran mejor. El sol amanece cada día para todas y todos, sin importarle lugar o condición. Cuánto nos queda aún por aprender. Felicidades, a tod@s, también, este domingo de febrero.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

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Podría escribir unos versos de amor

de ese que nace entre dos personas enamoradas

o del amor a La Naturaleza,

del amor a la vida que nos regala

o del amor sincero a los amigos.

 

Podría escribir del amor a los hijos

de ese que nace en el instante que llegan

o del amor de los hijos a los padres,

del amor al cálido hogar

o incluso del amor al trabajo.

 

Pondría hablar del amor a la música

de ese que nace cuando las notas se acompasan

o del amor al teatro o a la interpretación,

del amor a los libros

o del amor a quienes los escriben.

 

Podría hablar del amor al presente

de ese que nace a cada instante

o del amor a un tiempo ya pasado,

del amor que está aún por llegar

o de aquel que se consumió antes de prender.

 

Podría hablar del amor a los sueños

de esos que están aún por cumplir

o de los que ya se hicieron realidad,

del amor a los que nunca se alcanzaron

o de los que le pedí a una estrella fugaz.

 

En un catorce de febrero

podría hablar de miles de amores

incluso permitirme la licencia

de hablar de miles de desamores

y de amores frustrados o de amores platónicos

que no dejan de ser amores,

pero si así lo hiciera,

si así lo proclamáramos solo en este día

cada uno de nosotros y de nosotras…

 

¿Qué sucedería el quince de febrero?

¿Qué haríamos un dieciséis de febrero?

¿Y un veintiocho de febrero?

¿Y un cuatro de marzo

o un veinte de abril

o un nueve de mayo?

 

¿Qué haría, qué haríamos

los trescientos sesenta y cuatro días restantes

si solo alimentáramos el fuego del amor,

el fuego de nuestro amor fuera el que fuera

tan solo un día al año?

 

Amo a la mujer que acompaña mi camino

y a mis hijas y a mi nieta y a toda mi familia,

amo a mis amigos y amo aquello que me regala vida

y a la Naturaleza que pinta de colores el lienzo que habito;

amo todo aquello que me permite dibujar

una sonrisa en mi rostro

incluso aquello que provoca que una lágrima

brote del mirar de mi mirada.

 

Amo todo esto y mucho más

cada amanecer cuando el sol,

que antes de anochecer partió

con la promesa de regresar,

despunta un nuevo día para mi

pero también lo hace para ti.

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😉

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2 comentarios:

  1. Leída tu reflexión, decidí curiosear por Internet. Como tú ya sabrás en el año 1948, el periodista español César González-Ruano, escribió un artículo en el que proponía la idea de importar la celebración de San Valentín desde el mundo anglosajón a nuestro país y, como tú muy bien apuntas un empresario español se sumo a la propuesta. Todo un éxito comercial.
    Lo que yo desconocía era la historia de San Valentín, y gracias a tu motivación ya la conozco. Un enamorado sin límites .
    Por otro lado, estoy de acuerdo con tus versos:
    ¿Qué haría, qué haríamos

    los trescientos sesenta y cuatro días restantes

    si solo alimentáramos el fuego del amor,

    el fuego de nuestro amor fuera el que fuera

    tan solo un día al año?

    Enhorabuena José Manuel . Disfrutemos del Amor cada día. 😊✔

    • Gracias a la curiosidad, en Ser humano avanza, aprende…, evoluciona. Por lo tanto, bienvenida sea. La vida ni es larga ni corta, es la que a cada uno nos toca vivir, por ello, y como no sabemos en que punto terminaremos de morir, pues cuando nacemos empezamos ya a morir, es mejor expresar lo que sentimos cada día, y NO un solo día.
      Hace tiempo, mucho tiempo, que decidí expresar cómo me siento, en especial a la gente que me importa. Incluso en mis poemas se puede ‘adivinar’ cómo me puedo sentir en ese instante.
      Gracias, mi querida Amiga, por tus palabras y, efectivamente como señalas: «disfrutemos del amor cada día».
      Besos

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