Unos versos, este domingo, para el Día Mundial de la Poesía

hex0Cuando la poesía aparece y regala vida, sueños y esperanza, el aire se transforma y se respira paz y armonía. Esto sucedió el jueves pasado en la Fundación Centro de Poesía José Hierro, de Getafe, cuando la poeta Mª Ángeles Pérez López, nos regaló su voz y su palabra, con lecturas de su último poemario «Fiebre y compasión de los metales».

El día 21 de marzo celebramos el Día Mundial de la Poesía. Por ello, y como mi ‘granito de arena’, vaya este homenaje a todas y todos los poetas que son, serán y han sido. En esta ocasión he tomado como referencia cuatro poetas hombres: Lorca, Antonio Machado, José Hierro y Miguel Hernández. En próximos días mi referencia serán cuatro poetas mujeres (poetisas).

De estos poetas he tomado prestado un poema; de ese poema unos versos; y de esos versos una palabra, diseccionándola, descomponiéndola, desmembrándola…, compartiéndola: ‘Canto nocturno de los marineros andaluces’ (Lorca). ‘Sol de Invierno’ (A. Machado).  ‘Canción de cuna para dormir a un preso’ (J. Hierro). ‘El niño yuntero’ (M. Hernández).

Si te apetece puedes escuchar estos versos:

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Déjame jugar con tus palabras

poeta

como juega el niño con sus manos

al descubrirlas por vez primera

déjame jugar con tu voz

poeta

como juega el ruiseñor con su canto

llenando de música las primaveras

déjame jugar

poeta

con la voz y la palabra que nacen de tu alma

y que llenan de calma el corazón

del que las siente y las comparte

déjame

poeta

déjame que te cante

déjame que te hable.

 

Funambulista que caminas

sobre el acero templado

que une las dos orillas

manos fuertes y curtidas

por cientos de vientos

enlazan la barra inalterable

de la palabra

que permite guardar el equilibrio

entre la distancia equidistante

entre lo efímero y lo eterno.

 

“El que quiera un corazón

que me pregunte por mi olvido”. (Lorca)

 

Tomo con mi mano izquierda

la ‘o’ que nace

tomo con mi mano derecha

la ‘o’ que muere

hasta exprimir el elixir

de vida que regala el ‘olivo’

‘oído’ ‘odio’ ‘vi’ ‘lodo’ ‘dolo’

‘vilo’ ‘dilo’ ‘ido’ ‘vid’

‘id’ ‘do’ ‘di’ ‘olí’.

 

“Es mediodía. Un parque.

Invierno. Blancas sendas”. (A. Machado)

 

Reposo mi pie izquierdo

sobre la ‘s’ que abre caminos

dejo mi pie derecho

sobre la ‘s’ que cierra senderos

hasta conseguir avanzar

bajo un cielo preñado de nubes ‘densas’

‘sendas’ ‘sanes’ ‘andes’ ‘esa’

‘sed’ ‘das’ ‘des’ ‘san’

‘da’ ‘es’ ‘se’ ‘as’.

 

“La noche es bella, está desnuda

no tiene límites ni rejas”. (J. Hierro)

 

Mis brazos abrazan suaves

la ‘d’ que despierta deseos

mi espalda se vuelve desconsolada

frente a la ‘a’ que provoca ‘dudas’

‘anudes’ ‘seda’ ‘suda’ ‘duna’

‘unes’ ‘una’ ‘sena’ ‘sed’

‘san’ ‘da’ ‘esa’ ‘es’.

 

“Me duele este niño hambriento

como una grandiosa espina”.(M. Hernández)

 

Mira cierta y acierta mi mirada

en la ‘e’ que enseña esperanzas

escuchan mis oídos en silencio

el silencio de la ‘a’ que ‘piensa’

‘pena’ ‘pisa’ ‘pina’ ‘pesa’

‘pies’ ‘anís’ ‘pis’ ‘así’

‘es’ ‘esa’ ‘sin’ ‘pan’.

 

Déjame jugar con tus palabras

poeta

como juega el ruiseñor

con las almas.

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😉

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