Hoy es veinticinco de diciembre; para algunos un día más; para otros una fiesta a celebrar; para otros una fiesta religiosa; para otros una fecha en la que el consumo se dispara; para algunos un reencuentro con la familia o amigos; para otros, un reencuentro con la soledad. Esta fecha, dependiendo de cada cual, tiene un significado.
Yo lo he pasado en familia. Siempre echas de menos a los que partieron; o simplemente a los que están ausentes, qué más da la razón. Sin embargo, hay gente que está sola; que vive sola, y para ellos hoy es un día más, o quizá un día en el que se acentúa más, si cabe, su soledad. Hoy he querido pensar en ellos; acompañar en silencio y en la distancia su soledad.
Por esa razón he querido escribir estos versos, para decirles, que aunque están solos, alguien, da igual por qué razón, hoy se ha acordado de ellos, al igual que me acuerdo en otras fechas. Sin embargo, hoy he querido dedicarles mis versos. Da igual si la soledad es elegida o impuesta. Vayan mis versos para ellos, y para todo aquel que los quiera leer. En cualquier caso, Felices Fiestas, a todos y todas.
Si te apetece puedes escuchar estos versos
.
Un silencioso ruido
ha despertado mi sueño
en esta madrugada de diciembre
un día más
un año más
la soledad es mi compañía
en este mundo de apariencias.
Abro mis ojos
y observo el techo de mi habitación
como cualquier otra mañana
nada ha cambiado
nada parece haber cambiado
ni tan siquiera el frío amanecer
de una mañana de invierno.
Miro mis zapatos bajo la ventana
solos
uno junto al otro
como esperando
unos pies a los que abrazar
y a los que servir de compañía.
Un año más
un día más
mi carta reposa sobre la mesilla de noche
nadie vendrá a buscarla
nadie quien la envíe
nadie quien la lea
nadie que atienda lo que dicen
sus palabras
mis zapatos siguen solos
bajo la ventana
esperando
esperándome.
.
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