Agradezco el amanecer que me despierta cada mañana; el sol; el viento; la lluvia; la Naturaleza que me hace sentir vivo. Si bien, muchas veces pienso en aquellas familias que han tenido que abandonar su hogar y que esa misma Naturaleza, inocente ante los hechos, les conduce hacia la muerte. No puedo evitar que se me «anude» la garganta.
Para impedir su acceso hemos creado «nuevas fronteras», que les impidan llegar hasta nosotros y «amenazar» nuestro «estado del bienestar». Gastamos más dinero en impedir su entrada, que en arreglar los conflictos que el mismo hombre ha creado por su egoismo y por su sinrazón. Me avergüenzo de mis semejantes. De aquellos que anteponen sus intereses a los intereses del resto; ‘…qué delito cometí contra vosotros naciendo. Aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido…’ (dijo el poeta).
En estos versos, que ahora comparto, el hombre al que me refiero es el «ser humano» (por calificarlo de algún modo, pues encuentro poca humanidad en sus actos). No hago distingos entre hombre o mujer, pues ‘…tanto monta, monta tanto…’, cuando las consecuencias de sus decisiones conducen a sus semejantes a la deseperación o la desesperanza. No pienso callar mi voz. No debo callar mi voz. No quiero callar mi voz.
Si te apetece puedes escuchar estos versos.
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Te saludo mañana
por haber despertado mi día
te saludo sol
por haber realizado mi sueño
te saludo viento
por haber calmado tu fuerza
acercándome tu brisa
en este domingo de invierno
hasta alcanzar mi ventana entreabierta
y acariciar suave mi rostro.
Ayer las noticias hablaron de mañanas frías
ayer las noticias hablaron de nubes grises
ayer las noticias hablaron de fuertes vientos
sobre el mar Mediterráneo
con olas de más de nueve metros
¿Quién se arriesga a hacerse a la mar?
¿Qué desesperación acompaña su suerte
cuando la muerte llama a su puerta?
¿Qué desesperanza empuja a un viaje incierto
cuando el destino que les espera decidió cerrar sus fronteras?
Entorno ahora mis ojos
y mientras siento la tristeza
ahogando mi garganta
mis manos libres
deciden cerrar mi ventana
no quiero sentirte viento
no quiero sentirte sol
no quiero sentirte mañana.
Yo debo calentar la tierra
me respondió altivo el sol
yo debo amanecer cada día
latió la mañana de nuevo
yo debo alzar las olas del mar
me susurra firme el viento
pregúntale a los hombres
por sus hermanos
y no reniegues del sol
pregúntale a los hombres
por su materialismo
y no reniegues de las mañanas
pregúntale a los hombres
por sus mentiras
y no reniegues de mi
ni de la mar brava.
No culpes al precipicio de su existencia
pregúntate quién te llevó hasta él
pregúntate si fue con engaños y con palabras vacías
pregúntate si fue con falsas promesas
pregúntate si fue el egoísmo de tus semejantes
es el hombre el que empuja al hombre
hasta la desesperación
es el hombre el que empuja al hombre
hasta hacerle caer
es el hombre el que empuja al hombre
hasta la muerte.
Da igual la edad
da igual el color de su piel
da igual su religión
da igual su sexo
el hombre aniquilará al hombre
hasta su extinción.
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Parece que solo vemos la desgracia de muchas personas los que no podemos hacer nada mas que hablar y sentir lastima por los que no tienen un techo o para comer o mueren en los mares buscando una vida.
Los que si pueden poner remedios se hacen los sordos y los ciegos , eso si pidiendo al ciudadano de la calle ayuda con donativos o alimentos.
Y realmente todo eso es una cortina para no ver la realidad y decir que todo va mejor, si va mejor para todos ellos.
Pero yo no quiero sentirme culpable, que es lo que intentan, que segun estamos comiendonos un plato de comida nos de pena de los que no tienen ese plato, mientras ellos todos los dias de grandes comidas en esas reunionen que montan para negociar no se que, porque sere yo pero no veo resultados.
No debes, no debemos, sentirnos culpables. Hacemos lo que podemos denunciando, no callando, utilizando la palabra y NO guardando silencio. Son ellos los que deberían hacer. Mucha reunión, para nada. Mucho pacto, para nada. Solo mentiras. Todo mentiras para situarse en el ‘machito’. Han hecho de la política ‘una carrera’. NO es una carrera, es un servicio. Si no valen que se vayan. No queremos ineptos. Yo tampoco veo resultados, mi querida Amiga, pero no perdamos la esperanza. Somos más; y mejores.