Deja que la poesía tome tu mano, sentirás su calidez

logoHabría que hablar, en mi humilde opinión, largo y tendido sobre las “Enfermedades Mentales”. Parece que es ‘algo’ que se hubiera ‘descubierto’ ahora (por parte de algun@s, en especial si son l@s que toman decisiones que nos afectan a tod@s). Como si nunca hubieran existido cuando, en realidad, creo que en ningún momento se han abordado de una forma seria y definitiva. Parece que esta pandemia ha puesto ‘sobre la mesa’ su importancia que, desde luego, NO es nuevo, pues siempre han estado entre nosotros, mucho antes de la aparición de la COVID–19.

Algo bueno tendría que traernos ¿no? Al menos ha sacado a la luz situaciones dramáticas que pueden afectar, sin distingo, a cualquier de nosotr@s. Es cierto que en nuestra sociedad estaba mal visto estas dolencias. Se procuraban ocultar. En hogares donde alguno de sus miembros tenía algún problema mental se le recluía, pues podría ser un estigma familiar. Poco hemos avanzado. Si tienes una dolencia física, acudes al especialista (traumatólogo, cardiólogo, ginecólogo, urólogo…). Pero el acudir a un psicólogo o psiquiatra, significaría que estamos locos o somos débiles.

Los recortes, en nuestra Sanidad Pública y Universal, debido a las medidas tomadas por algunos partidos políticos han dejado estos servicios con una cobertura casi testimonial. Sus intereses van dirigidos al fomento y financiación de la Sanidad Privada. ¿Quién puede pagar un psicólogo o psiquiatra privado? ¿Cuál es la lista de espera, de estos especialistas, en la Sanidad Pública? ¿De cuántos especialistas dispone la Sanidad Pública para atender estas enfermedades? ¡¡Ya está bien!!

Ninguno estamos libre de caer, en una enfermedad mental. Lo sé por experiencia propia. Permitíteme, por favor, que comparta estos versos, con los que te tiendo mi mano.

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Si te apetece puedes escuchar el poema

.

Esta mañana amaneció nublado;

pero mi corazón no dudó un instante

en asomarse a esta ventana.

Por un momento sentí su angustia,

acababa de recibir el mensaje

que ayer dejaste a merced del viento,

el triste latido que acompaña al alma

cuando se siente perdida.

 

Ha sentido esa soledad

que se acomoda a tu lado,

hasta asfixiarte, aunque estés rodeado

de la gente que te quiere.

 

Ha sentido esa indiferencia

que dicta tus decisiones

cuando nada de lo que decides

lo decides realmente…

Tan solo te conformas

con seguir respirando y, a veces,

ni tan siquiera se antoja suficiente.

 

Ha sentido el dolor

que procura el miedo

cuando te atenaza

y turba tu mirada

al no encontrar el rumbo

que entonces se hubo marcado.

 

Todo se torna nada

cuando nada sientes.

Todo se torna nada

cuando crees que nada tienes.

 

Pero te tienes a ti,

no deberías olvidarlo,

eres la persona más importante

de este mundo que habitamos.

Contigo, todo.

Sin ti, nada.

 

¡Despierta!

Recuerda que no estás muerto,

quizá solo estés dormido,

y ha llegado el tiempo de despertar,

el tiempo de caminar,

el tiempo de vivir.

Ha llegado el tiempo de hacer

lo que ya soñaste,

lo que ya imaginaste.

Ha llegado tu tiempo

y tu tiempo es ahora.

 

Escucha en esta mañana

que nublada amanece

el latido de este corazón libre,

que sintió la soledad un día,

que sintió indiferencia un día,

que sintió miedo un día,

hasta descubrir esa luz que brilla

en el interior de cada uno

para iluminar el camino

en el preciso instante

que nos sintamos perdidos.

 

¡Despierta!

Yo ya desperté

y paciente te espero.

.

:)

.

2 comentarios:

  1. Continuemos despiertos, el hoy y el mañana nos están esperando.
    Un abrazo querido Amigo.

    • Txema Contreras

      Así es, mi querida Amiga. Siempre despiertos. La vida es ese instante que amanece y, cuando nos queremos dar cuenta, empieza a anochecer la tarde.
      Cuídate mucho, por favor.
      Besos

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