Caminan los meses hacia la próxima estación, dejando atrás, con este domingo que nos acompaña, este otoñal mes de octubre, en el que los colores caprichosos de la Naturaleza nos regalan paisajes de ensueño. Como los paisajes que encuentro y observo y descubro y constato, cada vez que mi mirada mira la mirada de la mujer que amo. Confieso que, desde hace unos años, siento de manera muy intensa ese amor por ella, y lo que es más importante (opino), que me siento amado.
Aquellos o aquellas que os asomáis cada domingo, o cualquier otro día, a este lugar en el que comparto aquello que siento, o que me acompaña, o que me late, o que me apetece, o por el simple hecho de hacerlo, sabéis de mi amor a la vida y de mi agradecimiento por todo lo que me ha regalado. Mis padres, mis herman@s, mis hijas, mi nieta, la mujer que amo, mis amig@s. Creo que yo soy tan parte de ello@s, como ell@s son parte de mi, cada uno en el grado que considere.
Hoy dejo nacer estos versos porque, sin pedir permiso, ni falta que hace que lo hagan ni que yo se lo conceda, quieren hacerse visibles para así despedir este último domingo de octubre. Ante tal petición, poco tengo que añadir, tan solo dejar que afloren, como si de una primavera se tratase, y se dibujen, azul sobre blanco, en esta página, todo aquello que quieran expresar. A partir de ahora, caminarán sin dueño para que sean encontrados y compartidos con quien quiera hacerlo. Nacieron libres y libres deben seguir. Feliz domingo. Feliz poesía.
.
Si te apete puedes escuchar el poema
.
Me he mirado en tu mirada
y he visto el otoño
en los colores que te iluminan
esta suave mañana
que se empeña en despedir octubre.
Brillantes cálidos dorados
difuminándose con verdes vivaces
que dibujan el mágico paisaje
de un bosque en el que perderse
sería el mejor de mis destinos,
para que pudieras encontrarme
bajo los azules de un cielo
trufado de caprichosas nubes.
Encontrarnos en la soledad
de un silencio acompasado
por la melodía de un viento
que hace danzar cada hoja
antes de alfombrar el caminar
de dos amores
que se descubren cada amanecer.
Mirarme en tu mirada
es encontrarme
aun sin estar perdido.
Mirarme en tu mirada
es observar
el amor que me late.
Mirarme en tu mirada
es descubrir
cuan enamorado estoy.
Mirarme en tu mirada
es constatar
que la vida me acompaña.
.
.