La vida es un constante aprendizaje. Y pobre de aquella o de aquel que así no lo entienda. Si estás receptiv@ a todo lo que sucede a tu alrededor, te darás cuenta de tu ignorancia. No somos el centro del Mundo, ni el centro del Universo. En el mejor de los casos, somos el centro de nuestro mundo, de nuestro Universo. Pero si estamos cerrados al aprendizaje ese universo, ese mundo será diminuto. Insignificante. Pobre y vacío.
No es malo ni negativo creernos el centro de nuestro Universo. Más bien, creo que todo lo contrario. Debemos creerlo y sentirlo. Pues si nosotros no nos amamos, no nos cuidamos, no creemos en nosotros mismos… ¿Cómo vamos a pretender que el resto de los mortales nos ame, nos cuide o crea en nosotros? ¿Cómo vamos a amar, cuidar o creer en aquell@s que nos rodean? Empecemos por nosotros mismos, estoy convencido de que es el mejor de los comienzos.
Y para ello hay que estar despierto. Muy despierto, para que la vida cuando pase pueda mirarnos a los ojos, y nosotros podamos mirar los suyos. Sin temores. Sin miedos. De forma decidida y certera. Sin dudas, pero con todos nuestros sentidos saludando su llegada. La vida no pasa dos veces por el mismo camino. La vida no vuelve la vista atrás para comprobar si vienes o te quedaste atrás. La vida es todo lo que sucede mientras caminas, o te detienes.
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
He aprendido a caminar
con el corazón en la mano.
He aprendido a caminar
dejando que mis pies
marquen el rumbo y el ritmo.
He aprendido a caminar
bajo cielos inciertos
y sobre una tierra que palpita
ávida de nuevas huellas.
He aprendido.
He aprendido a vivir
con mis ojos de par en par.
He aprendido a vivir
dejando que los nuevos amaneceres
despierten lo que estaba dormido.
He aprendido a vivir
observando todo lo que me rodea
sin importarme la estación del año
ni el lugar del que proceda.
He aprendido.
Y quiero seguir aprendiendo
y quiero seguir viviendo
y quiero seguir caminando
y quiero seguir mirando,
sin perder ni un solo instante
de este tiempo regalado
que la vida me procura,
ahora, que por fin he despertado.
He aprendido,
y espero seguir aprendiendo.
.
.
Eres una de esas personas privilegiadas: Lo primero es la autoestima, lo demás – ¡ Con ganas de aprender!- será más sencillo. Un abrazo.😘
Así es, mi querida Amiga. Lo reconoceré siempre: soy un privilegiado.
Empecemos por conocernos; por querernos; por creer en nostr@s mism@s… Todo será más fácil. Besos