Afortunados aquellas y aquellos que cuando se siente perdidos o hundidos consiguen alcanzar el fondo, su fondo, y remontar. La vida es una ‘Montaña Rusa’ que te lleva a su antojo… ¿O somos nosotros mismos quienes convertimos nuestra vida en esa ‘atracción infernal’ a la que decidimos subirnos? Si somos dueños de nuestra vida; de nuestras decisiones; de nuestros errores y aciertos, ¿por qué nos empeñamos en ‘complicarnos la vida’ o permitimos que nos la compliquen? Seamos nuestros dueños.
Quiero alcanzar de nuevo ‘mi superficie’. Avanzar de verdad. Si bien, parece que cuántas más ganas tengo de alcanzar mi objetivo más lejano se me antoja. Por momento siento que me falta el aire. Necesito respirar y retomar ilusiones. Lo intento, pero parece que no es suficiente. Cualquier insignificancia turba mi equilibrio y me hace retroceder, como ese bebé que duda volver a dar un paso después de una caída… pero volverá a intentarlo. Seguro.
Para todas aquellas y aquellos que intentan remontar vayan estos versos que ahora comparto. No debemos rendirnos nunca. Hay muchas razones a nuestro alrededor esperando nuestra llegada; no les hagamos esperar. No es fácil. Nadie dijo que sería fácil. Nadie dijo que fuera rápido. Lo importante es perseverar por uno mismo. Quererse ‘un poco más’ de lo que a veces nos queremos.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Crees haber llegado al fondo
es más
te convences de haberlo alcanzado
dando por buena tal creencia
pues has sentido el fango
bajo tus pies
su frío y viscosidad
su adherencia y su nauseabundo olor
que parece rodearte
en sutil abrazo
buscando la fragilidad de la piel herida.
Y ahora toca remontar
nadar hacia la superficie
constante y sin descanso
moviendo brazos y piernas
como te enseñaron
la primera vez que te zambulliste
en las cristalinas aguas
de aquella piscina
apenas comenzabas a caminar.
Intentas coordinar brazada y patada
para ganar velocidad y destreza
la mirada hacia arriba
sin perder de vista la superficie
calma
que parece aguardarte
dosificar el aire que guardan tus pulmones
para no agotar tus reservas
antes de alcanzarla
pero el camino se antoja interminable
cuanto más avanzas
más pareces alejarte de la meta fijada
el aire en torno a tu rostro
los rayos de sol acariciando tu piel
tus pulmones renovando el oxígeno
tus ojos sonriendo de nuevo a la vida…
Sin embargo
todo parece distante
has avanzado nada
falso espejismo cruel
fugaz ilusión sin recompensa
siento la angustia en mi pecho
del aire que empieza a faltarme
necesito respirar profundo
gritarle una vez más al viento
y cantarle a las estrellas
nadar hasta agotarme
y serenar el desbocado latido de mi corazón.
No voy a rendirme
no pienso rendirme
no quiero rendirme…
cuán incomprensible
es la incomprensión
de aquel que siente que no puede
nadar
hasta alcanzar la cristalina superficie
en la que se abrazan
mar y viento
y respirar.
Extiendo mis brazos
hasta el dolor indescriptible
y mis manos
hasta deformarse en su elasticidad
y mis dedos
tensionan sus falanges
hasta lo inimaginable y…
no llego
aún no lo alcanzo.
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