Compartir. Mágica palabra. ¿De qué sirve la vida si no se comparte? ¿De qué sirve si no hablamos y escuchamos? ¿De qué sirve si no soñamos y perseguimos los sueños? ¿De qué sirve si no nos damos a los demás? Qué sinsentido si nuestra vida fuera un solo ‘pasar’ sin haber compartido las alegrías y tristezas que nos regala después de cada amanecer la noche; después de cada anochecer la mañana. ¡Qué sinsentido! ¡Qué tiempo perdido!
Creo que el tiempo, ese que avanza sin tener en cuenta a nada y a nadie, es un gran tesoro que no deberíamos perder ni malgastar. Qué maravilloso es poderlo compartir; regalar ese pequeño tesoro para que la otra persona lo reciba y lo disfrute. Voy a dedicarte, a ti y solo a ti, este tiempo. A nadie más. Es solo para tí. Este pensamiento. Este recuerdo. Este momento en el que nos miramos. Este instante en el que nos hablamos. Solo para ti y para nadie más.
Pensando en el tiempo que perdemos o malgastamos cuando actuamos con malos modos; malas caras; damos contestaciones inapropiadas; regalamos malos gestos; divulgamos desafortunadas opiniones… Qué absurda pérdida de tiempo. Y reflexionando sobre ello y sobre lo feliz que me he sentido cuando te he dedicado mi tiempo, sin esperar nada a cambio, y he observado la felicidad en tu rostro, he querido dibujar estos versos en esta tarde de abril, que ahora comparto.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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Compartir un pensamiento
un recuerdo
la calidez de un beso
el palpitar de un abrazo
la mirada en una misma dirección
compartir
lo que somos y tenemos
aquello que se regala sin intereses
y que adquiere más valor
por el simple hecho de haber sido compartido.
Quiero compartir un instante contigo
mi querida amiga
mi querido amigo
ese momento que la vida me concede
irrecuperable e irrepetible
y con inmediata caducidad
pues el tiempo no se detiene
se consume y agota
aunque permaneciéramos inmóviles
aunque todo aparente ralentizarse.
Una simple llamada de teléfono
para escuchar tu voz
para saber de ti
sin que me importe el tiempo
pues solo deseo y quiero compartirlo contigo.
Un sencillo pensamiento solo para ti
como el que ahora fluye
y escribo en este cuaderno
para recordarte mañana
cuando una vez cerradas sus guardas
vuelva a abrirlas para encontrarte
y pensarte de nuevo.
Un tiempo para encontrarnos y hablar
para hablarnos y escucharnos
para disfrutar de ese instante común que compartimos
sin importarnos
si anochece la tarde
o si atardece la mañana.
Quiero que tus ojos
miren mis ojos
mientras mis palabras te hablan
quiero que mis ojos
miren tus ojos
mientras tus palabras me hablan
quiero regalarte el tiempo
es un pequeño tesoro que tengo
y que de nada vale
pues carece de valor alguno
si no se comparte.
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😉
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