Unos versos para un año con trescientos sesenta y seis días

hex0Este año que comienza nos ‘regala’ un día más. Quizá ‘ese día’ sea en el que se pueda cumplir alguno de nuestros sueños. ¿Por qué no? Sin embargo el año pasado nos dicen que la palabra ‘elegida’ como la más importante ha sido «refugiado». Cuán fácil pronunciarla, por los y las que deciden. Cuán difícil llevarla a cabo, según los y las que deciden.

Un nuevo año que nos regala nuevas oportunidades, a todos y todas. No puedo dejar de pensar en ‘los olvidados’; en ‘los desfavorecidos’; en ‘los sin hogar’; en ‘los perseguidos’… Seguiré poniendo mi voz una y otra vez, incluso de forma machacona e insistente, para que no olvidemos quiénes somos y lo que hacemos; y lo que dejamos de hacer.

He querido recoger en unos versos parte de mi memoria, a la vez que quiero sentir, haceros sentir que tenemos tiempo; aunque no hay tiempo que perder. Que debemos dejarnos oír, alto y claro; sin interpretaciones; sin medias tintas, sino con tintas enteras. ¿Os suena la frase, ‘…el pueblo ha dicho…’? ¿De verdad creéis que lo saben? ¿De verdad creéis que escuchan?

Si te apetece puedes escuchar estos versos:

.

Siente el latido

del nuevo año

que impaciente amanece

en nuestra vida

como si todo hubiera cambiado

como si nada hubiera sucedido.

 

Atrás quedaron sueños

y promesas incumplidas

atrás quedaron miles de adioses

y de risas apagadas

atrás quedaron caminos por recorrer

que jamás serán recorridos

atrás quedaron parte de nuestras vidas

en playas silenciosas

donde las olas acercan

la caricia de la mar embravecida.

 

Démonos una nueva oportunidad

para no vivir con los ojos cerrados

para no caminar de espaldas al camino

para volar con nuestras alas

y no con alas prestadas.

 

Trescientos sesenta y seis días

para soñar con los brazos abiertos

trescientos sesenta y seis amaneceres

para no olvidar la memoria

de los que nos precedieron

trescientas sesenta y seis noches

para recordar lo que parece hemos olvidado

trescientos sesenta y seis despertares

para no repetir lo que otros repitieron.

 

¿Por qué se empeñan en interpretar

lo que decimos?

¿Por qué dicen que decimos lo que decimos,

cuando quieren decir que decimos

lo que ellos quieren que digamos?

 

Si digo ‘acogida’

quiero decir “acogida”

si digo ‘refugiado’

quiero decir “refugiado”

si digo ‘solidaridad’

quiero decir “solidaridad”

si digo ‘sí’

quiero decir “sí”

si digo ‘no’

quiero decir “no”

sin eufemismos

sin sinónimos

sin juegos de palabras.

 

¿Alguien escucha cuando hablo?

¿Alguien escucha cuando hablamos?

¿Hay alguien ahí que escuche lo que digo?

¿Hay alguien ahí que escuche lo que decimos?

 

Aun sin obtener respuesta

seguiré hablando

seguiré soñando

seguiré pensando

seguiré viviendo…

trescientas sesenta y seis mañanas

para comenzar de nuevo.

.

😉

.

2 comentarios:

  1. Mercedes Perez Carpeño

    Me ha encantado, verdadero como la vida misma y sincero si de verdad todo el mundo lo entendiera como yo creo que lo he recogido.
    Gracias y mil gracias.

    • Gracias, mi querida Amiga, por tus palabras.
      No tengo ninguna duda, en que ‘lo has cogido’. Qué fácil es entender, cuando se quiere entender; qué fácil es NO entender, cuando no se quiere entender. No creo que la vida sea difícil, pero parece que nosotros nos empeñamos en hacerla difícil.
      De nuevo GRACIAS.
      Besos y feliz 2016

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