Hay instantes en la vida que nos llenan de felicidad. No creo que la felicidad exista en plenitud. No creo que hubiera corazón que pudiera resistirlo. Por eso, la sabiduría de la vida nos los procura de ‘poquito en poquito’, por lo que creo que debemos disfrutarlos con toda la intensidad posible, pues serán únicos e irrepetibles, así lo determina el tiempo.
Hace seis años la vida nos regaló un maravilloso e irrepetible instante. Desde entonces han sido muchos los instantes que hemos sido felices junto a ella. Quizá los instantes más felices pudieran considerarse insignificantes, pero creo que son las cosas insignificantes las que llenan nuestra vida; sin alharacas; sin artificios; sin disimulos; sin espejismos…; sencillamente sencillas.
Para ella, para su hermana (otro regalo de la vida; otro instante feliz en mi vida), y para todos aquellos regalos que nos acerca la vida sean estos versos que ahora comparto. Y no lo olvides nunca. Tú; yo; él; ella; ellas; ellos…; hemos sido algún instante feliz (aseguraría que más de uno), en la vida de otros y de otras que llegaron antes, o con nosotros, o después de nosotros.
Si te apetece puedes escuchar estos versos:
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Amaneció el día
la noche nos había regalado
un blanco manto de nieve
y la vida
nos trajo vida
de eso hace hoy seis años.
La felicidad
se disfruta sorbo a sorbo
nunca día a día
nunca momento a momento
no existen días felices
no existen momentos felices
la felicidad es un instante
intenso
un tsunami que inunda tu corazón
hasta desbordarse por tu mirada
y capaz de contagiar
a los que te acompañan
en este caminar.
Muchos instantes
en estos seis años
iluminaron mi mirada
en los que me he sentido
el verdadero rey del mundo
jamás los cambiaría;
acurrucarla sobre mi pecho
abrazándola en silencio
entrar en su habitación
y mirarla mientras duerme
mirar sus ojos
mientras sus ojos miran los míos
y sonreírnos
sentir sus abrazos
con la fuerza que abrazan ‘los gigantes’.
Gracias vida
por cada instante procurado
por cada sueño realizado
y por aquellos que quedaron por realizar
gracias vida
por cada sorbo de felicidad
gracias vida
por la amistad de mis amigos
gracias vida
por dejarme amar
por dejarme ser
por dejarme estar
gracias vida
por dejarme sentir cómo abrazan ‘los gigantes’.
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😉
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