Unos versos para un primer domingo de mayo, mamá

logoSé que lo que voy a decir es una obviedad, pero no por ello deja de ser importante. Muy importante, pues hay veces que pienso que hay hombres (y algunas mujeres) que ignoran que, todas y todos hemos nacido de una mujer, después de llevarnos en su interior, si la Naturaleza sigue su curso, nueve meses. Cada mujer debería ser libre de elegir o no la maternidad, sin que su decisión, sea la que sea, determine o condicione el resto de su vida, o deba ser criticada por ello.

Hace ya unos cuantos mayos vine a este mundo porque esa maravillosa mujer, que fue mi madre, me dio a luz a mi en un pueblecito de León. Después de los años vividos, cómo no agradecerla aquella decisión. Pronto hará dieciocho años que partió, en mi opinión antes de tiempo, pues aún le quedaba mucho por disfrutar con su marido, con sus hijas y con sus hijos. Pero la vida, aun siendo un maravilloso regalo, a veces es injusta. Quizá demasiadas veces…, o no.

En este primer domingo de mayo que, por estas latitudes celebramos el Día de la Madre, no quiero dejar de decir que, para mí, no solo este es su día. Para mí cada día es su día, pues no hay ni uno solo en que su recuerdo no me acompañe. Un olor, un sonido, una conversación, una situación, la toma de decisiones por mi parte… Es, sin lugar a dudas, la mujer más importante de mi vida. La persona más importante de mi vida. Sin ella, nada de todo esto hubiera sido posible. Gracias, mamá, siempre, por tu regalo.

.

Si te apetece puedes escuchar el poema

.

¿Cómo no echar de menos

el calor de tus abrazos,

la suavidad de tus besos

o la alegría de tu sonrisa?

¿Cómo no echar de menos

el timbre de tu voz

hablándome de los claroscuros de la vida,

o el olor de la canela en la cocina

cuando nos preparabas arroz con leche?

 

Cómo no echarte de menos,       mamá.

 

Sé que aún estás a mi lado

cada vez que siento el latido de tu recuerdo

que paciente acompaña mi caminar

cada mañana al levantarme

o cuando anochece la tarde,

cada primavera en su regreso

o al final de cada otoño.

 

Para mí no es solo hoy tu día

insignificante instante sería el dedicado

a la mujer que aquel ya lejano mes de mayo

me regaló la vida.

 

Incontables son los momentos

que perlan con los más bellos de los recuerdos

cada nuevo amanecer.

Solo con entornar mis ojos

mirando hacia este interior que me habita

volvemos a encontrarnos

una vez tras otra.

 

Recuerdo tu sonrisa

y el mirar de tu mirada,

mamá;

recuerdo todo lo aprendido

cuando estabas a nuestro lado

y el día en el que partiste,

mamá;

te recuerdo cada día,

mamá,

porque sé que siempre

vivirás en mí hasta el final.

.

:)

.

2 comentarios:

  1. Madre no hay más que una.
    Un precioso homenaje a tu madre. Muy emotivo.
    Enhorabuena.

    • Txema Contreras

      Muchas gracias por tus palabras, mi querida Amiga.
      No tengo duda alguna, en mi caso, ha sido la mujer más importante de mi vida.
      En ella empezó todo. Con ella aprndí de la vida y de la muerte y de los sueños y de las ilusiones y de las esperanzas… Aun en su ausencia, me sigue enseñando.
      Besos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *