Me gusta conversar. Me gusta escuchar. Creo que la palabra en cualquiera de sus lenguajes (incluso el lenguaje de signos), es imprescindible para expresar lo que sentimos. Es la mejor herramienta para unir; jamás debería utilizarse para enfrentar, y más, en este tiempo que ahora vivimos cuando las palabras, muchas veces, suenan y resuenan «huecas» e incomprensibles.
En nuestra vida tenemos muchos conocidos, pero amigos, realmente amigos, tenemos muy pocos. No voy a hacer una defensa de la amistad, creo que se defiende sola cuando es sincera (no entiendo otro tipo de amistad). Pero entre los amigos y los conocidos, hay un grupo de ‘amicidos’ (ami-cidos) con los que puedes compartir algunas cosas (muchas cosas), y que su conversación, verdaderamente, te reconforta ( por lo menos a mi).
Con estos verso quiero compartir esa ‘soledad’ que, a veces, algunas veces, podemos sentir si no encontramos con quién compartir sueños, miedos, frustraciones, necesidades, lamentos…, incluso alegrías. La palabra y la amistad; la amistad y la palabra.
Si te apetece puedes escuchar estos versos:
.
Ven
y siéntate a mi lado
mi amigo
déjame que te cuente cómo estoy
cómo me siento
cuáles son mis sueños
cuáles mis frustraciones
siempre quise tener un amigo
con el que compartir
un trecho largo o pequeño
de este caminar que es la vida
y que en algún momento tomara mi mano
y que mi mano tomara la suya.
Ven
y siéntate a mi lado
mi amiga
déjame que te hable de mis soledades
cómo son mis amaneceres
cómo mis noches sin luna
cuáles son mis miedos
cuáles mis alegrías
siempre quise tener una amiga
con la que compartir
un trecho largo o pequeño
de este caminar que es la vida
y que en algún momento tomara mi mano
y que mi mano tomara la suya.
Cuántas almas
pueden cruzarse a lo largo de nuestra vida
efímera y mortal
mi amigo
y no volvemos a saber de ellas
cuántos pasos
pueden pisar los que antaño fueron nuestros
solitarios e irrepetibles
mi amiga
y perderse por siempre en el olvido.
Ni siquiera nos conocemos
aunque nos llamemos “amigo”
aunque nos llamemos “amiga”
a veces
algunas veces
me pregunto si mi hermano
es mi amigo
si lo es mi padre mi madre
o lo fueron mis abuelos
a veces
algunas veces
me pregunto si mi pareja
es mi amiga
a veces
algunas veces
necesito que me escuches
cuando te hablo
a veces
algunas veces
necesito escucharte…
y ni tan siquiera me hablas.
Déjame
amigo que comparta contigo
la voz y la palabra
y el silencio
que precede al íntimo momento
en el que compartes lo que sientes
mi amiga
en el que comparto lo que siento
por un instante
por tan solo un instante…
cuasi eterno.
.
😉
.