Poemas y versos para un domingo cualquiera de un mes de abril

hex0De todos es sabido que cuando nacemos, no venimos con ‘un manual’ de cómo criar a un hijo o a una hija. Tampoco nacemos ‘sabiendo’ lo que nos depara la vida. En el colegio, instituto o universidad nos ‘enseñan’ muchas cosas, pero no nos ‘preparan’ para lo que en realidad nos vamos a encontrar en la vida que nos aguarda. Agazapada. Como esperando ‘pillarnos’ desprevenidos. A traición. Me hubiera gustado saber algunas cosas que me he ido encontrando ante las que nadie me advirtió o me preparó para ellas.

Por otro lado, y para ser justo, quizá mis padres lo intentaron. Bueno, estoy seguro. Pero claro; eran padres. Mis padres. Y cuando vamos creciendo y la adolescencia nos abraza, hacemos ‘poco caso’ a los consejos y ‘advertencias’ que pudieran hacer nuestros progenitores y según vamos creciendo nos creemos sabedores ‘de todo’. Cuánta ignorancia en tan pocos años. Me hubiera gustado haber sabido más (mucho más) sobre ‘las tormentas’ agazapadas; sobre ‘los barrancos’ al borde de los caminos; sobre mentiras que parecen verdades y verdades que son verdaderas mentiras…

Pensando en todo ello; y en el tiempo vivido; y en la poca experiencia acumulada; y en los sueños cumplidos; y en los sueños frustrados; y en los que me quedan por soñar; y en los que me quedan por vivir…; y por supuesto, pensando en ti (que ahora me estas leyendo), he pintado estos versos que hablan de ignorancia y de tormentas; de soles y de primaveras; de fríos sueños y de esperanzas…; que hablan, sencillamente, de vida.

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Si te apetece puedes escuchar estos versos

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Nadie me advirtió sobre la vida

cuando llegué a este mundo

hace ya algunos años

ni cuando empezó mi tiempo en el colegio

ni al pasar al instituto

ni tan siquiera cuando inicié mis estudios

en la universidad

o cuando salí de ella.

 

Desconocía la llegada de tempestades

y sus devastadoras consecuencias

ignoraba que el sol

podía abrirse hueco entre las nubes

y volver a brillar con toda su fuerza

ahuyentando

a la más fiera de las tormentas.

 

Nadie me advirtió sobre la vida

y las nubes grises que la acompañan

intentando desvirtuar las realidades

confundiendo entre sombras y aguaceros

mentiras que parecen verdades

y verdades que son auténticas mentiras.

 

Ignoraba la maldad de los tiranos

y la tiranía de los malvados

otorgando el éxito a la mediocridad

sin ningún escrúpulo

haciendo de su indecencia bandera

enarbolándola a los cuatro vientos

para nuestra vergüenza.

 

Nadie me advirtió sobre la vida

y las nubes grises que la acompañan

ni del viento de tramontana

que despeja nuestros cielos

mostrando la esperanza cada nuevo día

cuando amanecen los sueños.

 

Déjame que yo ahora te hable

de vientos y de tormentas

de alboradas y de atardeceres

de lo que te aguarda en la vida

cuando amanezca la mañana

y de primaveras que retornan a la vida

después de crudos inviernos

déjame que yo te hable

pues ahora ya vivo mis sueños.

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😉

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