Unos versos para un sueño, o para un recuerdo

hex0Mi Madre partió hace catorce años, y su recuerdo me daría para llenar todos los días de mi vida. Cuando tienes el privilegio de conocer a una persona maravillosa, le das gracias a la vida. Cuando tienes la fortuna, de que esa persona especialmente maravillosa sea tu Madre, debes considerarte un ser afortunado. Y así me considero. Ella me acompaña siempre, pero últimamente la siento mucho más cerca de mí, y eso me reconforta y me da paz, me hace ver la vida de otra manera.

Recuerdo especialmente mi infancia. Nacido en una compañía de teatro que actuaba por pueblos de España, de lo que me siento muy orgulloso. Estos orígenes son el principio de lo que ahora soy. Las Madres son especiales; siempre son especiales. En mi caso, por los avatares de la vida, Ella fue (es) todo para mi. Prestó su voz, su figura, su fuerza, su naturaleza…, a decenas de mujeres que caminaban cada noche sobre los escenarios, dándoles una vida que de otra manera no hubieran tenido.

Pensando en mi Madre y en todas las madres. Pensando en Ella como mujer y en todas las mujeres. Pensando en el amor que me dio, y en el que dio a mis hermanas y hermanos (por supuesto a mi padre, pero ese es otro tipo de amor), he dibujado estos versos llenos de recuerdos y sueños; de sueños y recuerdos que regresan las noches sin luna, cuando el cielo se ilumina de forma especial por las estrellas que la acompañan, para que no sienta soledad.

.

Si te apetece puedes escuchar estos versos

.

No me abandones noche

no me dejes solo

no permitas que las luces del amanecer

acaben con el sueño

de mis sueños

tantas veces soñado.

 

¿Y si no fuera un sueño?

 

Quizá sea el sueño reiterado

de un recuerdo

que regresa a mi cuando te pienso

en la soledad

de las noches sin luna

abrazado a mi almohada

como cuando era un niño.

 

No ha pasado el tiempo

y te veo igual que te veía antaño

no ha transcurrido el tiempo

y te siento igual que te sentía

cuando acomodado en tu regazo

me recitabas escenas de valientes mujeres

a las que prestabas tu vida en los escenarios.

 

Cuántas vidas regaladas

antes de tu partida

cuánta vida me has enseñado

antes de alcanzar tu último viaje

cuán agradecido le estoy a la noche

que te regresa hasta mis sueños

para de nuevo vivirte

preñando el cielo de estrellas.

 

Entre bambalinas te veía y te escuchaba

eras tú sin serlo

eras cada una de ellas siendo tú

mientras las candilejas celosas

y los focos vestidos con papel de colores

pugnaban con la luz de tu rostro

y la belleza de tus labios

en partida siempre perdida

por su insolencia.

 

No me dejes solo noche

no me abandones

acompáñame en mis sueños

y conocerás a mi Madre.

.

😉

.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *