Sin considerarme aún una persona mayor –faltaría más– me he detenido a ‘observar el tiempo’. El tiempo vivido, que no tiene ningún misterio, pues creo saber cuánto ha sido y cómo lo he pasado; y el tiempo que me resta por vivir, que no tengo idea de cuánto será ni cómo lo voy a vivir. Si sé cómo me gustaría, pero posiblemente esto pertenezca a otra entrada, o a otro momento. Ahora ‘no toca’. Bueno, estoy convencido, pertenece a otro instante. Repito. Ahora ‘no toca’.
Por otro lado. El hecho de detenerte un instante y observar el tiempo, te permite verlo de otra manera –al menos este ha sido mi caso–. Y como conclusión a esa observación me he dado cuenta de que ‘No me importa el tiempo’. Principalmente porque es algo que no puedo controlar. Escapa a cualquier posibilidad de alteración por mi parte. Sin embargo, sí está en mi mano decidir –siempre decidiendo– cómo quiero pasar ese tiempo. O cómo no quiero pasarlo.
Esperaré. No me importa esperar. Tengo tiempo, aunque procuraré no malgastarlo. Tengo tiempo, pero no tengo tiempo que perder. Hay gente, mucha gente que se desespera. Yo no pienso des-esperarme. Pienso esperar, esperarte, esperarme, esperaros y esperarle…, pero sin dejar de vivir, de sentir, de soñar, de amar, de reír, de recordar, de llorar… Y mientras todo esto pasa, quiero compartir estos versos que ahora pienso, escribo y declamo.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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No me importa el tiempo
esperaré a que amanezca la luna llena
para encontrar la luz en tus ojos
mientras mis labios besan los tuyos
y nuestros cuerpos se funden y confunden.
Esperaré paciente aquel otoño que tenga la osadía
de tomar prestada una tarde a la próxima primavera
para regalarme un paseo a tu lado
mientras florecen los pensamientos
en los parterres de mi jardín.
Esperaré a que unas blancas nubes
troquelen silenciosas el azul celeste
que nos observa
hasta descubrir tu nombre en ellas
mientras el viento revoltoso
alborota el dorado de tus cabellos.
Esperaré a que la aterciopelada fragancia
de la roja rosa de verdes espinas
acaricie esos sentidos que te acompañan
más allá de donde alcanzan los recuerdos
de una infancia vivida
de una juventud lejana…,
ya no me importa el tiempo
ya no me importa
ya no.
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😉
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