Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que vivimos ‘acelerados’, como ‘con prisa’. Vivimos en el Mundo de la Inmediatez. Lo queremos todo ‘para ya’, o si me apuras ‘para ayer’. Y dónde hemos dejado la paciencia; la observación; la espera; el disfrute de la llegada o de lo conseguido. Alcanzamos una meta lo más rápido posible para volver a marcarnos una nueva que lograr. Nuestra única misión llegar al final. ¿Y el viaje? ¿Qué sucede con el viaje? ¿No lo disfrutamos? ¿No aprendemos? ¿Caminamos sin ver lo que pasa a nuestro alrededor?
Muchas veces he escuchado frases en la línea de: ‘¿Qué haces ahí tumbado perdiendo el tiempo?’. ‘Leer es una pérdida de tiempo’. ‘¿No tienes otra cosa que hacer nada más que mirar las musarañas?’. ‘¿Por qué no haces algo de provecho?’. Decenas de frases; cientos de frases en las que se nos invita a no perder el tiempo o a matar el tiempo, en otras ocasiones. Se nos apremia una y otra vez a llevar un ritmo de vida que, quizá, no sea el que deseamos, pero que nuestro entorno lo demanda.
Y pensando en el tiempo que llevo vivido y en el que (espero) me queda por vivir, he querido recoger unos versos para que aquel o aquella que quiera compartir su tiempo conmigo, pueda hacerlo, si le apetece. Por mi parte, estoy dedicando este tiempo a escribir lo que ahora estás leyendo, y no quería dejar de decirte que eres el verdadero dueño de tu tiempo. Sí, sé que hay veces que tu trabajo o tu entorno te marca un ritmo; una velocidad, pero que sea solo ese momento el que tú les permitas, solo el esencial. Ni un segundo más. Si se lo permites, su tiranía consumirá tu tiempo sin que te hayas enterado. Feliz semana.
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Si te apetece puedes escuchar el poema
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No quiero matar el tiempo
ni tengo tiempo que perder
aprovecharé cada segundo
y cada minuto
en conocerme y conocerte
en reír
llorar
y soñar
en respirar profundo hasta sentir
el latido de la tierra
que piso cuando mis pies caminan.
Nada se detiene aunque tú te detengas
por muy lento que todo te parezca
fíjate en el viajar de las nubes
y en la lluvia cuando cae sobre los campos
en la arena de los lejanos desiertos
y en la que cubre todas las playas
fíjate en el nacer de las mariposas
y en el crecer de la verde hierba
todo es tiempo
y todo es espera.
Si caminas y piensas
si te sientas y lees
si te tumbas y descansas
si haces amigos y les hablas
si escuchas y te escuchan y vuelves a escuchar
si te detienes y observas
aprenderás a entenderte y a quererte
pues habrás ganado tiempo
en ese tiempo vivido
en el que quizá nada haya pasado
en el que quizá todo haya sucedido.
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